martes, enero 08, 2008

I. Letras Libres y la mensajería. II. Culturosos en TV.

Algo está sucediendo con la distribución de Letras Libres que el número de este mes aún no me ha llegado. Ya he llamado en dos ocasiones a la oficina correspondiente y me dicen que es un problema de la mensajería: que se fueron de vacaciones y que apenas se están poniendo al corriente con los asuntos de 2007. ¿Qué tal?

Ayer vi un programa en la televisión que se llama Entrelíneas. Lo da el Canal 22 los lunes por la noche. Me pareció llamativo. Dos tipos hablan de libros y escritores de manera amena. Algo que se agradece de verdad entre tanto higadito de plomo que existe en el planeta culturoso. Bueno, hubo uno que sí reunía esas características, pero afortunadamente sólo habló un momento en su sección de poesía (hasta leyó un poema de manera muy sentida). También dieron material bastante bueno con reportajes, entrevistas y tal. Ah, y claro, al final la guinda: la bella Fernanda Solórzano y su apartado de cine. Hombre, ya con eso tienen asegurada la audiencia de varios de nosotros.

Sin embargo, en este último punto creo que hay algo que ya no me está gustando tanto. He visto que Fernanda no sólo aparece en Confabulario del 40 los viernes en la noche (junto a ese otro objeto del deseo llamado Déborah Holtz, quien a su vez también conduce un programa de radio los sábados a las 14.00 horas en Horizonte que se llama Salsajazzeando y que vale la pena no por la música que programan, pero sí por escuchar las intervenciones de la señora), sino también en el referido Entrelíneas y en otro que dicen que tiene por título Domingo 7 y que da TV Azteca. Y digo que eso ya como que me causa sospecha porque están saturando su imagen y da la impresión de que hay una nueva mafia que acapara la mayor parte de los espacios culturosos en la televisión (encabezado por Alvarado y Boullosa).

En fin. De cualquier forma se agradece que Solórzano y Holtz estén disponibles en la pantalla al menos una vez a la semana: además de estar guapas son inteligentes. El otro conductor de Confabulario me cae bien (Héctor de Mauleón) y los de Entrelíneas, pues, como que se ven medio andróginos, pero hasta ahorita no hay ninguna queja sobre la manera en que llevan su programa (sólo he visto uno, claro).

Y, bueno, ya. Si continúo con el tema se corre el riesgo de que el respetable piense que este blog lo escribe Álvaro Cueva o alguno de esos dizque periodistas de espectáculos del tipo Bañuelos o Kaffie (o como se escriba).