Yo sobreviví al 2007

El año que recién hemos dejado atrás fue bastante duro. No dudaría ni un momento en llamarlo "El Año Cabrón". Así que, en este 1 de enero de 2008, no podía resistir la tentación de escribir un post que tuviera un título como el que encabeza la primera anotación de 2008: Yo sobreviví al 2007.

En efecto, mucha gente nos dejó y otros experimentamos en carne propia las visicitudes más extrañas. En enero murió mi padre, en febrero el sobrino de un buen colega falleció en circunstancias bastante trágicas, en mayo también otro conocido en un accidente de motocicleta, en octubre un tío de mi esposa después de una larga enfermedad.

Este 2007 a mí me dio, primero, un subidón de colesterol, ácido úrico y triglicéridos por ahí de abril, el cual, después del tratamiento respectivo y totalmente erróneo en el ISSSTE, se me convirtió en una hepatitis medicamentosa que me ha tenido alejado de las canchas etílicas los últimos ocho meses. También dejé de fumar como consecuencia de lo anterior y ya llevo siete meses de eso. Sin embargo, ambos puntos son como circunstanciales, visto a día de hoy. Lo verdaderamente fuerte ha sido el cambio de hábitos y la inclusión de otro tipo de cuidados para mantener a raya cualquier intento de desestabilización en el organismo.

Aunado a lo anterior, mi problema de ERGE (enfermedad del reflujo gastroesofágico) se complicó y, en pleno trance de la hepatitis, tuve que ser ingresado para atender una complicación por aspiración del ácido gástrico en octubre, lo cual me llevó por primera vez en mi existencia al quirófano. Cinco días en el Hospital México me comprobaron que los 30 son reales.

En fin. Un recuento que se puede alargar, pero que correrá el riesgo de sonar como película de Ismael Rodríguez.

Así que, este martes 1 de enero de 2008 lo que me alivia es que, al menos de manera simbólica, hemos dejado atrás 2007, y una nueva esperanza se abre frente a nuestros ojos.

No sé qué vaya a suceder en los próximos 366 días (este año es bisiesto). Sin embargo, la única certeza es que voy a plantar cara a todo lo que surja. Estamos de pie y mientras viva esta bandera seguirá ondeando en lo más alto.

Adelante.