viernes, diciembre 28, 2007

007. Con licencia para matar

En dos ocasiones había estado a punto de enviar algo a este blog, pero alguna cosa de la tecnología falló en el instante mismo en que apretaba la tecla enter y todo se venía abajo. En fin.

Los días que se encuentran entre el 25 y el 31 de diciembre siempre nos traen sorpresas. No sobra decir que, de entrada, estos son como sobrantes incómodos del conjunto: al final de este mes lo que importa son las cenas y las reuniones, las fiestas y las celebraciones, por lo que ese intervalo abúlico que se extiende por cuatro días entre la Nochebuena y la Nochevieja a la mayoría le da como flojera y tedio.

Sin embargo, repito, es ahí donde se suelen presentar algunos acontecimientos importantes. Recuerdo, por ejemplo, el asunto del tsunami en 2006. Fue un 26 de diciembre. También algunas explosiones de polvorines en regiones del país como Veracruz. Ahora ha sido el asesinato de la ex primer ministro paquistaní.

Entonces, lo que queda como conclusión es que, en efecto, son días de flojera, etapas necesarias que hay que superar para llegar a lo verdaderamente trascendente, pero que siempre dan noticias. Y por lo regular, sangrientas.

Aunque, si lo analizamos con frialdad, uno de los signos de este año ha sido precisamente ése: el de tener licencia para matar.

No por algo ha sido el 007.