Grandes hits
En algún sentido, el ambiente burocrático de por acá me recuerda lo que sucedía en la APF hace algunos años. Por ejemplo, el hecho de que aún se pueda fumar en los baños. También el que aquí todavía no ha arribado con toda la fuerza esa tendencia gerencial de eliminar cualquier cubículo privado y volver todo un gran loft como de redacción de diario norteamericano. Los boleros entran hasta las entrañas mismas de las oficinas sin que ningún vigilante lo prohiba, aunque sí habría que aclarar que no se trata de boleros, en plural, sino de uno solo (a lo mejor está sindicalizado). El café no tiene carácter perecedero, por lo que puedes servirte las veces que se te antojen durante el día (en el Ministerio había casi que pelearse por la primera taza, o bien, después de cierta hora ya era imposible encontrar). Los teléfonos suenan un poco menos pero, en contraste, las secretarias son más movidas acá (y no sólo para organizar tandas, pachangas o cumpleaños, creo).
Algo que sí es digno de mención es lo que tiene que ver con las computadoras. Ya me había mal acostumbrado en el Ministerio a tener los recursos tecnológicos encorsetados, es decir a que aunque hubiese ordenadores nuevos y tal, pues no se podían usar al tope porque tanto el quemador como el puerto USB estaban inhabilitados. Ahora sí están disponibles y, además, el marcaje personal sobre páginas como blogger.com y los correos electrónicos comerciales es menos estricto.
¿Es esto bueno o malo? Probablemente haya una justificación totalmente comprensible para bloquear el acceso al chat y al mensajero instantáneo en aras de la productividad. Pero también había algo de paranoia en eso de no permitir instalar periféricos ni software dentro de nuestros equipos (me refiero a mi antigua oficina). En mi largo desempeño en la APF vi sufrir a varios de mis compañeros (y a mí mismo) cuando había que usar algún tipo de programa de diseño que no estaban disponible por la buena, o bien, cuando había que llevarse un archivo de gran capacidad hacia otra máquina o módulo. Una vez, dentro de una reunión en la Coordinación de Asesores, varios sacamos a colación esto porque nos pedían llevar los documentos de trabajo en nuestras memorias USB. ¿Y cómo?, fue el reclamo, si no se pueden leer...
Bueno. Otro asunto es que ya encontré al segundo americanista en estos lares. Pero americanista recalcitrante. Hombre, por lo que veo, el enemigo está en casa. Lo rescatable es que ahora que andan de capa caída en el último lugar de la tabla general están todos muy seriecitos y calladitos. Bien.
1 Comments:
a poco no se siente mas chido escribir directo sobre blogger que enviar el teisto por mail?
Publicar un comentario
1 comentarios<< Home