miércoles, marzo 12, 2008

Yes, we can!

El precandidato presidencial norteamericano Barak Obama ha adoptado un lema de campaña que parece haber sido extraido del campo del Nemesio Díez de Toluca, Estado de México, México (por cierto, siempre me ha jodido que México sea una nación que tenga una ciudad, una entidad federativa y al propio país con el mismo nombre..., es decir como si no hubiese más creatividad). Me refiero al multiconocido "¡sí-se-pue-de!" que, aunque surgido del béisbol infantil de Monterrey, los fanáticos del fútbol han adoptado como propio para alentar a sus escuadras rumbo a la victoria cuando ésta parece más que remota.

Entonces, decía que el afroamericano Obama anda por su país diciendo a diestra y siniestra que sí, que sí se puede (ganarle a la Sra. Clinton y, después, al Sr. McCain). Sus hinchas --ya que estamos instalados en las categorías del juego del hombre-- le creen y corean la frase con tintes de mantra místico, desde la vendedora de tortas en Eagle Pass, TX., hasta la hiper mami de Scarlett Johansson.

Sin embargo, habría que recordarle algo al susodicho aspirante a la Casa Blanca. Se trata de una anécdota ocurrida al otro lado del océano, pero con epicentro al otro lado del río. Veamos.

Cuando México jugó contra Argentina en el Mundial de Alemania 2006 por los octavos de final, los verdes instalados en la tribuna del estadio entonaron con fervor la consigna cuando el encuentro estaba empatado a un gol. "¡Sí-se-pue-de, sí-se-pue-de!", gritaban los nacionales, como empujando con sus palabras a los 11 representativos que se batían sobre el césped contra los suramericanos.

La historia, sobra decirlo, la conocemos todos: casi al final del partido una genialidad de Maxi Rodríguez (jugador hoy bastante opacado en el Atlético de Madrid), imposible de atajar por el sangrón de Oswaldo Sánchez, dio el triunfo a la cursimente llamada albiceleste contra la doblemente cursi llamada tricolor.

Y aquí viene la moraleja.

Después de esto, los argentinos comenzaron a gritar en las gradas una contrapropuesta al mantra mexica. De sus bocas y gargantas surgió la consigna de que... "¡no-se-pu-do, no-se-pu-do!".

Tómelo en cuenta, Mr. Obama (en las alturas).


1 Comments:

Blogger Tarzan said...

Chale!
Yo veo a Scarlett y pienso:
"ojala se pudiera!"

marzo 12, 2008 2:35 p.m.  

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1 comentarios

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