jueves, mayo 29, 2008

Lo bueno no dura para siempre

En este mismo espacio había escrito que la mesa de análisis del programa Fútbol Picante que se transmite por las noches en ESPN 2 era de lo mejor que se podía encontrar en la televisión. Ahora eso se ha jodido.

En efecto, la incorporación de Daniel Alberto Brailovsky ha venido, desde mi punto de vista, a romper el equilibrio que existía entre los antiguos comentaristas de la estatal Imevisión y los demás miembros del grupo. ¿Por qué? Por las actitudes del ex técnico del América.

Brailovsky y su protagonismo, Brailovsky y su excesivo afán de sobresalir, de tener siempre algo qué comentar, Brailovsky y su triturante acento extranjero, Brailovsky y su sangre pesada vienen a dar al traste a esa dulce armonía que existía hasta antes de esta penosa incorporación luego de su fracaso en el banquillo de las gallinas.

Quizás el argentino-judío sea un buen analista y tal. En mi opinión, lo dudo. Pero él está bien para otra mesa, para otro canal, para otras latitudes. Él estaría perfecto en Fox Sports (en su versión argentina, claro), en Televisa, quizás hasta en los propios y alicaídos Protagonistas de TV Azteca. Pero, por favor, no ESPN 2, no a un costado de José Ramón Fernández, no con mexicanos inteligentes y agudos.

Hombre, ¿por qué suceden estas cosas?, ¿por qué todo se puede joder de un momento a otro?, ¿por qué lo bueno no dura para siempre?

Señor, entre tus múltiples ocupaciones, por favor, gestiona para que algún equipo mexicano o argentino o israelita o de donde sea se lo lleve a dirigir y deje libre ese lugar que bien puede ocupar no uno, sino muchos más simpáticos y listos que el tío éste.

Iba a escribir que ojalá pudieras repetir la escena de 1985, es decir la del terremoto en la Ciudad de México que hizo que corriera a esconderse en su terruño, dejando tras de sí a los incrédulos amarillos que sufrieron su ausencia...., pero no es para tanto.

No seísmos en mi ciudad, sólo una nueva oportunidad para que el mamonazo éste dirija a un equipo de fútbol desde el banquillo.

Pero, por favor, haz que se largue de Fútbol Picante.