Sobre El Universal

Como se había dicho en este mismo espacio, el camino que nos llevará al parón veraniego está sembrado de pequeños --y grandes-- obstáculos laborales, los cuales se han ido manifestando con cierta furia creciente en los últimos días. Esto impacta directamente la frecuencia de publicación en este lugar. Sin embargo, hay un punto que no quiero dejar pasar.

Se trata del nuevo formato del diario mexicano El Universal. Me parece que este cambio primero se pudo notar en la página electrónica y después en la versión impresa. En ambos casos me parece que hay un retroceso.

En efecto, desde que el hijo del dueño tomó las riendas han habido algunos cambios que no eran la característica de ese periódico, por ejemplo, los grandes encabezados y las fotos en portada que ocupan media plana, algo que me parece cercano a medios sensacionalistas como La Prensa o El Metro, pero no a uno con la historia y la tradición del referido.

Un caso que merece atención especial fue el pleito con Héctor de Mauleón que derivó en la finalización de la efímera --pero fructífera-- existencia del suplemento cultural "Confabulario". La última joya ha sido la reducción de la sección editorial bajo el argumento de dedicar más tiempo y espacio a las cartas al editor como una manera de interactuar con el público.

Ayer leí la columna de Cota Meza en la que se quejaba del poco espacio y del largo intervalo (una frecuencia mensual) que los dueños le proponían ahora para publicar. Después, en la misma hoja aparecía un comentario de Priego en el que sugería que en el futuro sólo tendrán una cuartilla disponible para realizar anotaciones.

No sabría bien a bien qué sucede al interior de este diario o cuál sea el objetivo a perseguir, es decir si volverlo más comercial, si empatar la línea editorial a algún tipo de tendencia política, o bien, si sólo se trata de los nuevos gustos de los dueños del capital. En cualquier caso me parece que El Universal es --o era-- un medio serio que no necesita de andar haciendo estas modificaciones para ganar más lectores.

Ya veremos qué otros cambios van ocurriendo en los próximos días.

Si todo parece seguir por donde va sería una verdadera pena: estaríamos ante el ocaso de una fuente de información razonablemente confiable.