miércoles, junio 11, 2008

Déficit en el cine nacional

El fin de semana fui a ver un filme que se llama Déficit (García Bernal, 2008), el cual está producido por Canana (García Bernal y otros) y donde el personaje principal es García Bernal (Guadalajara, 1978).

La historia es más o menos así: un día en la vida del hijo de un político mexicano corrupto en su casa de campo de Tepoztlán junto a sus colegas y a los de su hermana. Punto.

Entonces, pues ahí vemos cómo es el asunto de que se invita a los colegas, de que se bebe, de que se consumen drogas, de que se ejerce el poder con los sirvientes pertenecientes a otra clase social, de que entre estos existe cierta aversión y de que la parroquia se la pasa bien en la mañana (la llegada al lugar), al mediodía (la piscina), en la tarde (la comida) y en la noche (el rave doméstico).

Uno de los asuntos que --creo-- intenta mostrar este filme es cómo se divierte la juventud cotorrona de principios de siglo XXI en el país. Es decir, cómo habla, cómo se viste, qué tipo de valores enarbola, cómo reacciona ante determinado tipo de circunstancias y cuál es su posición o no posición política. Y aquí vendría mi comentario: hombre, como si no lo supiéramos.

Es decir, como si no conociéramos el origen de varias fortunas de gente que se presenta como exitosa y confiable, como si no tuviéramos idea de los excesos de este tipo de reuniones y como si no existieran testimonios respecto al comportamiento de los actores involucrados en estos aquelarres. Muchos de ellos gracias al puntual informe de los medios de comunicación.

De hecho, durante la proyección he recordado algunas reuniones en las que he participado y que van por el mismo rumbo. Sólo que, claro, mis colegas no eran de esa estirpe con supuesto pedigrí, sino que pertenecían a la universidad de la vida (la pública), pero cuya afición a la chorcha y a los límites también es manifiesta. Es más, no vayamos lejos, el guionista de la película, Kyzza Terrazas, es colega de G. J. Fadanelli, entonces pues ahí vemos cómo alguien que no es precisamente de la clase alta refleja lo que sabe de ese tipo de reuniones orgiásticas.

El filme tiene varias tomas interesantes y cierto aire de crítica social. Aunque, a decir verdad, más bien parece la intentona de un actor consolidado por ir más allá del papel impuesto de ser el galán de moda, lo cual es, desde mi punto de vista, lo rescatable de la cuestión. Ahora bien, entre ser un buen actor y ser un buen director, pues sí creo que hay bastante distancia, y el caso del propio García Bernal es aleccionador al respecto.

Además, imagino que el propio filme surgió de un aquelarre como el que se presenta en la historia. Algo como nooooomams Gael, ¿por qué no haces unampelícula assssiiiiií?, o sea we' donde critiques sniiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiifffff los excesossss y pus también concientizas a la banda de que pus yascabó la corrupción, ¿¿¿noooo??? Y el otro dijo, pusora, va.

Para finalizar, tres apuntes: primero, el acento fresa no le sale a García Bernal, segundo, la banda sonora, contrario a lo que podría pensarse, no es tan buena, tercero, lo que vale la pena es la presencia de la Sodi (mamita).

Recomendación baja.