Focos amarillos
Esta mañana se encendieron --y con fuerza-- los focos amarillos de mis alertas personales.
Resulta que una camisa blanca que me gusta no me cerró del cuello. Oh, oh. Esto me llevó a 2006 o 2007, años en los que mi sobrepeso me puso al borde del colapso. Después de mi Funduplicatura de Nissen bajé casi casi a mi peso ideal, eliminé un buen de panza y me pude poner mucha ropa que ya había sido dada de baja. El gastroenterólogo que me operó me advirtió, cuídese porque primero todos bajan de peso y al ratito se les olvida y vuelven a subir. Pues hagan de cuenta...
Algo tengo que hacer urgentemente. Al menos ya tengo un plan de emergencia en la cabeza que se basa en la experiencia reciente. Primero, las cosas ya no permitidas: pan de dulce, refrescos, tacos y cualquier otro tipo de comida rápida. Segundo: desempolvar la hojita que me dio la nutrióloga con los alimentos permitidos para la mañana, la tarde y la noche. Tercero: regresar con fe a la pechuga y al pescado, ambos en sus versiones asadas y acompañadas de generosas porciones de verduras. Cuarto: intentar moverme un poco durante la semana. Quinto: no olvidar lo que sucedió hace poco en términos de salud y, por lo tanto, no relajarme en cuanto a la disciplina.
Tal cual.
2 Comments:
Pues con razón me viste ya mas repuestito no?
Hoy me vi mucho más repuestito en el espejo...
Pero no olvido cuando de volví a ver después de tu estancia en Ohio: ahí sí estabas bastante --pero bastante-- bien tratado por la vida.
M.
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