martes, octubre 11, 2005

Arquitectura Efímera 13-O 05

Atrapada Alaska entre dos patrias

La intérprete dijo que aunque la presencia de España en México es apabullante, no ha habido un contacto suficiente entre ambas naciones

Por Omar Cabrera

Grupo Reforma. Ciudad de México.

Caminando por el Parque España, en la Colonia Condesa, la cantante Alaska no puede evitar reflexionar sobre sus dos patrias.

La ex líder de Dinarama, quien visitó la semana pasada el DF, confiesa a Gente! que cuando viene a México, su tierra natal, no se adapta totalmente, pero cuando está en Madrid, donde radica desde los 10 años, tampoco logra un sentimiento de pertenencia.

"Me queda la extrañez de que España debería ser la bisagra perfecta entre el mundo americano y Europa, pero no lo es, porque el flujo de información es insuficiente. Es más fácil en México saber a los 5 minutos los resultados del Real Madrid que allá saber del desafuero de Andrés Manuel López Obrador.

"España está muy volcada a Europa, pero nadie más habla su idioma, nuestro mundo no es Europa, pero tampoco México", dice.

La intérprete agrega que aunque la presencia de España en México es apabullante, no ha habido un contacto suficiente entre ambas naciones.

"Quizá España está sumergida en el mundo europeo. El mundo anglosajón (EU) supo fusionarse en su colonización en América, y España en otras ciudades mantuvo colonias muy claras de españoles, pero en México no, aquí sí hubo una fusión que mezcla rasgos de las culturas prehispánicas y también de los ibéricos", señala la hoy vocalista de Fangoria, grupo de música electrónica que lanza su noveno disco, y que es el primero que llega a México, titulado Arquitectura Efímera.

Olvido Gara (su nombre real), no mide más de 1.60 metros, pero tiene una personalidad que impacta, y de inmediato llama la atención de la gente que pasa por el parque y se pregunta quién será esta singular mujer de mirada penetrante, con el cabello teñido de rojo y un look que oscila entre lo sexy y lo alternativo.

La intérprete nació en México en 1961, en la Delegación Cuauhtémoc, pero desde los 10 años se fue a vivir a Madrid, siguiendo la nostalgia de su padre, quien buscaba volver a su patria tras haber sido refugiado de la guerra civil española.

Pero Alaska nunca se desligó de su tierra. En los inicios de los 90 rentó una casa en San Jerónimo para afincarse en el País e intentar poner una discoteca.

Incluso en esa época trajo al cineasta Pedro Almodóvar a una disco (Espartacus) en el Estado de México. Además, estuvo a punto de ser parte de la telenovela de vampiros urbanos que Luis de Llano, productor de Televisa planeaba realizar. Ni la disco ni el melodrama se hicieron, así que volvió a su casa en Madrid.

Ahora, cada vez que viene al DF, no sólo arma una lista de comida que no se debe perder, sino que es infaltable una visita al Sanborns, para comer enchiladas suizas y ver el colorido y las formas de los pasteles que ahí venden, y que le encantan.

"Lo que más extraño de México es la comida. Ahora, en esta visita de cuatro días, he comido sopa de tortilla, cacahuates japoneses, la jícama, el Sidral Mundet, los sopes y tres moles, y me faltan los chilaquiles, el agua de tamarindo y una chaparrita de uva.

"Pero también me encanta el Mercado de Sonora, la Ciudadela y la discoteca Espartacus, mi favorita en el mundo. Cada que vengo compro juguetes y amuletos en Sonora, es el típico regalo que llevamos a España, y además todo mundo me encarga cosas para la buena suerte", afirma.
Su cabellera brilla con el reflejo del sol, en contraste con su vestimenta, completamente negra: una blusa con aplicaciones plateadas y unas ajustadas mallas. Sus uñas oscuras y un enorme anillo en forma de calavera rematan el atuendo.


En el recorrido la acompaña su pareja musical en Fangoria, Nacho, con quien posa para las fotos en pleno parque, un lugar que, dice, no acostumbró visitar de niña debido al temor de su madre y de su abuela a que algo le pasara."Pocas veces iba a un parque. Nunca aprendí a patinar ni a montar bicicleta, yo iba a casas de amiguitas y ellas venían a mi casa. Sólo tengo vagos recuerdos del Centro Asturiano y un parque en la Colonia Del Valle, cerca de donde vivía", concluye, antes de poner fin al paseo y regresar a su hotel para continuar con la promoción del nuevo álbum.