¿Quien dice que no se puede?

El PRI se prepara para seguir en lo mismo, ayer se publicó la convocatoria interna para elegir a su cadidato a la presidencia. Para cuaquier ojo inexperto no había motivo de reclamo, pero Montiel inemediatamente se inconformó e hizo el mayor ruido posible para denunciar una trampa (nos extraña) de Madrazo.

Y es que ahora, seis años después, no está dispuesto a perder la candidatura como cuando se la aplicaron frente a Labastida. En ese entonces, Madrazo era como el Felipillo del PRI, el precandidato con mayor arrastre, con una campaña provocativa (se acuerdan del slogan ¿quien dice que no se puede?), pero no lo dejaron llegar.

Y es que desde el esquema de la elección interna ya se puede definir quien va a ganar, en ese entonces el mecanismo fue el voto por distritos o secciones electorales, así aunque Madrazo obtuvo millones de votos en Tabasco y Oaxaca, sólo le representó una minoría de distritos frente al resto nacional.

Ahora él tiene el control y la convocatoria de ayer indica que serán casillas municipales, osea que ya ganó si juntos los municipios de Oaxaca, Chiapas y demás estados madracistas logran acaparar la mayoría de las 10 millones de boletas que se pretenden imprimir.

Lástima Montiel, ahí será para dentro de 6 años y eso si logra el control del partido, despues de todo, hubiera aceptado la oferta de dirigirlo.

Las cartas están echadas, el próximo domingo es evidente la victoria de Calderón -el mecanismo panista debería ser de dos de tres caídas, para evitar la masacre-, Madrazo y el Peje amarrados. Así que lo único que queda es contemplar el derroche de recursos públicos en spots publicitarios, por lo menos espero que sean entretenidos y no de un señor corriendo.