Misscelánea
a) Tom Cruise dice que se va a tragar la placenta de su mujer por nutritiva o algo así. Vaya tipo loco. De por sí todos esos que se meten en sectas raras y esotéricas como la cienciología no son de fiar, ahora éste sale con que se va a echar un taco de placenta. ¿Por qué mejor no le entra también a la orinoterapia? A lo mejor ya está dentro y para bajarse su estofado de flujos femeninos postparto se echa su amarillento líquito cual si fuese una Chaparrita. ¡Mmmmh!
b) Como buen egresado de la Universidad pública tengo mis prejuicios. Por ejemplo, a los negocios "del Imperio" (como todavía le dicen algunos marxistas-leninistas-lombardistas trasnochados). Uno de ellos es, claro, el Starbucks. La verdad, ya desde hace varios días tenía curiosidad por ir a uno de estos establecimientos (en la vida no todo es el El Jarocho). Así que, agarré, salí del Ministerio y me dirigí al más cercano. Ya había leído antes varias crónicas que me prepararon para el momento de encontrarme con el personal, la decoración y la dinámica del lugar. Bueno, pues ahí estaba y... nada del otro mundo. El café bastante normal y la decoración, pues sí está como chida, pero tampoco es como para morirse.
Pero, bueno, también debo admitir que me gustó. Ja. Así es. Y eso a pesar de que una pareja de gays bastante chafa (ya estaban viejos y bastante mesoamericanos para andar con sus joterías, la neta) nunca desocupó los sillones a los que ya les había echado el ojo desde hace varios días. Así que me senté a un costado de la ventana y vi la vida pasar. Por cierto, en otra mesa estaba Rafael Tonatiuh (el del Milenio Diario) con sus Puma de picos platicando con una chica.
Hoy tengo ganas de repetir la experiencia y bluffear como Dios manda. Así que, más tarde, al salir de este embrollo del Ministerio dirigiré mis pasos hacia el estanquillo éste, sacaré el iPod, pondré el Unplugged de Tex Tex y me pondré a leer y a mirar el horizonte como si estuviese en Nueva York.
Chale.
c) Aquí en la oficina, como ha dicho mi colega Paco, la vida te da sorpresas. Un antiguo compareño entrañable --digo antiguo porque ya no lo es-- se ha convertido, de la noche a la mañana, en algo así como el DGA (director general adjunto). Él, que nada más estaba ahí sumido en su lugar, revisando la síntesis informativa y grillando como el que más, ahora tiene casi casi funciones súper gerenciales. Ja, ja. Vaya vuelco de las cosas.
El punto a destacar es que, como afirma el refrán, el que nunca ha tenido y llega a tener... loco se quiere volver. Así que, como ya se imaginarán, ha comenzado una campaña parecida a una cacería de brujas de Salem. En efecto, en su nueva responsabilidad (ficitica, por cierto, porque no ha sido ascendido en el organigrama) anda como perro de caza sobre aquello a lo que su rencor le ha motivado. Ufff. La verdad, sí son bastante peligrosos aquellos a los que la vida les ha negado muchas cosas y de repente las encuentran en el camino.
Así que, si tú lees esto desde un Ministerio mexicano, escucha este consejo: si tratas mal a la gente de abajo, piénsatelo bien. Es probable que después sean tus jefes.
d) Esa película de "huevos" me da mucha güeva. La neta. A tomar por culo mejor.
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