lunes, agosto 28, 2006

A la toma de Carlota Armero

Pocos saben la dirección del TEPJF (Carlota Armero No. 5000, Culhuacán). Ahí es a donde deben enfilarse las columnas lopezobradoristas para atacar el bunker -como se conoce- por lo menos con acusaciones de complotistas y, como ya les llamó su jefe, traidores de la democracia.
Acaba de terminar una larguísima sesión, que inició a las 8 de la mañana, de la Sala Superior del Tribunal Electoral, se resolvieron cientos de asuntos, todos relacionados con la elección presidencial.
Para quienes no están muy relacionados con la materia, baste decir que esta elección no se impugna en una sola demanda, sino que debe hacerse en cada uno de los distritos electorales del país. De esta manera, si se espera una modificación en el cómputo final de la elección de presidente, tendrá que verse cada una de las resoluciones y sacar las cuentas de si alcanzó o no para un cambio de ganador.
Es decir, llegó el momento de la verdad, de ver cómo resuelven los magistrados, claro que falta todavía la calificación presidencial, que no debe ser más allá del 9 de septiembre, pero para evitar su emisión tendrían que darse eventos extraordinarios, o demostrar, lo que ya ha acogido en otro tipo de elecciones el propio tribunal, la temible causa abstracta, por irregularidades graves en el proceso. Hasta entonces, no hay nada seguro aún.
Sin embargo, ya vislumbramos un final, y no es que sepamos de algún complot, es simple lógica: si no hay cambios sustanciales, no hay cambio de ganador y no hay de otra que aguantar a FECAL por seis años, así es la democracia. Y como sabiamente lo dice la benemérita Sonora Santanera, eso todos lo saben.
Pero AMLO no lo entenderá así. (desde este momento reclamo la primicia, ya había vaticinado que convocaría a un Plan tipo Ayala y que nombraría un gabinete alterno, tipo Maquio y ya lo hizo, ya lo decíamos, que harían con la baraja de nombres como los de la O y de la Fuente).
Ya lo contaba en una reseña un reportero de El Universal, narra que una niña y su madre, apostadas en las inmediaciones de la casa de campaña de AMLO (zona VIP, vigilada por cuerpos de seguridad) esperaban la llegada del caudillo, y comentaban que se les hacía como de película, como la de Troya, cuando Aquiles llega a su campamento, o la de Alejandro Magno cuando el personaje en cuestión hace lo propio.