jueves, mayo 31, 2007

Jueves por la tarde

Algo de lo bueno que implica no tener computador en casa es que se pueden realizar otras actividades, a saber: leer, escuchar música, mirar el techo, comer fruta y asomarse por la ventana para espiar a los vecinos.
 
Esto lo he descubierto desde el pasado lunes, fecha en la que nuestro ordenador se fastidió.
 
Claro, de repente te frustras porque te dan ganas de saber sobre Camilo José Cela y no tienes a dónde recurrir o, al menos, ya te acostumbraste a buscar en internet o en Encarta. A lo mejor no puedes consultar el clima del Servicio Meteorológico Nacional o mirar la foto de la Spears vomitada en el baño de caballeros, pero de ahí no pasa.
 
Me pregunto si éramos más felices hace unos años sin iPods, sin móviles, sin computadoras y sin messengers.
 
Que alguien me escriba una carta convencional y me lo diga.