viernes, agosto 17, 2007

Chicos de hoy

Y si, es cierto, las nuevas generaciones nos dan la esperanza de un mundo y un país mejor.

Como dice un amigo y antiguo jefe, algunas características son generacionales. Él lo hacía para comparar su generación y la mía. Decía que sus compañeros eran y son unos borrachos indisciplinados, pero que al final casi geniales tenían logros claros en su vida profesional. Mi generación , por el contrario, no tomamos, no fumamos, estamos en general alejados de los vicios, pero nadie se ha distinguido por ser muy estudioso ni por tener grandes logros profesionales.

En parte creo que tiene razón. Tampoco es ningún descubrimiento, por ejemplo ahí está la generación del 54 en España, la generación de la postguerra o las generaciones de actores, pintores, deportistas o cualquier otra disciplina que, efectivamente, como que se dan en camada. O ya por características compartidas la generación beet o los baby boomers, etc.

El hecho es que efectivamente, los jóvenes mexicanos de veinte años para abajo, en muchos sentidos son una versión mejorada de esta raza, muy diferente a las generaciones de la eterna crisis de los sesentas y setentas.

Por ejemplo la generación después de la mía, son jóvenes que desde el principio saben lo que quieren y trabajan por objetivos, ya saben que estudiar, dónde y cuanto vana ganar. Lo cual es, efectivamente todo lo contrario a mi situación.

Por otra parte, como decía Ortega y Gaset, yo soy yo y mis circunstancias. Los niños y jóvenes de estos tiempos son más abiertos, con más información y mucho más despiertos.

Lo único que no me gusta de los jóvenes actuales, es que son bastante conservadores y muy alejados de la política, cosa que tampoco se les culpa, pues su decepción es generalizada por los políticos.

Así que para aquellas generaciones, por ejemplo de países desarrollados, que actualmente se encuentran en edad de reproducir y no lo hacen, porque piensan que este mundo es demasiado cruel para sus presuntos hijos; los niños de hoy son una muestra de que eso no es cierto y que uno llega al mundo y se las tendrá que arreglar en las circunstancias que se den.

Comparto la opinión del Maestro Manolo y su emoción, pero también creo que esa difusión que se da en los medios dirigida a sentirnos orgullosos de los logros académicos de estos muchachos no va acompañada de la justa crítica a nuestro sistema educativo. Es decir, son garbanzos de a libra, sus logros son suyos y de nadie más, no responden a un exitoso modelo educativo, ni a la reforma educativa que impedirá a toda costa el Sindicato de Maestros.

Así que seguiremos dependiendo del esfuerzo personal. Y cuando una niña o un niño, a pesar de todos los factores en contra, tenga un logro, lo único que recibirá será una llamada del presidente en turno y a lo mejor una beca. Pero la escuela en su localidad seguirá igual de abandonada y sus compañeros seguirán nadando en la mediocridad que nosotros mismos les imponemos.

Enhorabuena a los que tienen sus logros, ojalá que haya más.