lunes, agosto 20, 2007

Nos están apedreando el Ministerio

Este lunes ha estado bastante movido y no sólo por el asunto trillado del regreso a clases de los críos, sino por el ya consabido tema del PIG aunado a algunas experiencias semi intensas del fin de semana.

Ayer me fui con mi mujer y unas visitas al Estadio Olímpico Universitario, Patrimonio Cultural de la Humanidad, a ver ese partido clásico --pero de clásico empate-- entre los Pumas y el Amiérdica. Las entradas salieron medias caras porque las adquirí con El Amo de los Boletos: el costo normal de la planta baja general más el cargo por el servicio más la impresión más no sé qué otro impuesto.

Lo bueno fue que pude tomar el sol por más de dos horas (es algo que me recomendó el médico para bajar la bilirrubina directa e indirecta de mi torrente sanguíneo). Lo malo es que empatamos --no wonder-- y que nuestras visitas no eran hinchas azul y oro, lo cual si es como medio incómodo cuando de apoyar al equipo en el campo sagrado de Ciudad Universitaria se trata. Pensé en llevar mi cámara, pero nada más fue eso: puro pensamiento. Hubo algunas buenas escenas de la cotidianidad que bien pude haber compartido con ustedes, pero ya ven...

El sábado eliminaron a los Diablos Rojos en la final de la zona sur de la Liga Mexicana de Béisbol. Los causantes fueron esos cabezones del sureste (los de Mérida, no los de Tabasco) en una jugada como bastante dramática en la novena entrada y, bueno, tendremos que vivir un año más sin que los capitalinos sean campeones. En fin. Ahora ni a cuál irle entre los separatistas chafas de Yucatán y los separatistas chafas de Nuevo León. Como diría un ex compañero burócrata: ¡mil años más de centralismo!

El viernes por la tarde, cuando salí a comer rumbo al Centro de la ciudad, me encontré de frente con todas las hordas amarillas con sus gafetes de SÍ y el sol azteca ahí medio serigrafiado, caminando por Reforma durante un receso de su X Congreso Nacional Extraordinario. La verdad, me ha dado como ternurita admirar dicha imagen urbana. Ahí van los demócratas que encuentran más votos que delegados en sus asambleas. Ahí van los demócratas que apoyaban movimientos huelguistas cuya discusión parlamentaria se basaba en la división de estrado y público con alambre de púas. Ahí van los demócratas que mandan al diablo a las instituciones. Joder.

Digamos que antes sí era como amarillo. La primera vez que voté fue por el Ing. Cárdenas en 1994 y de ahí pa'lante. Ahora lo único de amarillo que he tenido fue la hepatitis medicamentosa que me jodió --me ha jodido-- por varios meses. Y luego el Amiérdica es amarillo... mmmmta.

En fin.

Espero mañana no faltar a clases otra vez --el jueves pasado no pude ir y me da mucha pena con los chavales-- y que ese PIG ya quede de una vez y para siempre. Ah, pero sobre todo espero que los perredistas dejen leer el mensaje del susodicho Informe para que hayan valido la pena todos los cuestaarriba que ha implicado su manufactura en los últimos dos meses y medio.

Por lo pronto, ya pasó el lunes.

1 Comments:

Blogger BeN said...

Lo mejor del partido fue el comentario de Lopez Doriga durante la transmisión en tv cuando le preguntaron despues del Gol de las Aguilas ¿Joaquín, No celebras?
- Que voy a celebrar??????? ehhh??? Que voy a celebrar ??????

agosto 21, 2007 10:23 a.m.  

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1 comentarios

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