Las dos y sereno

Son cási las dos de la mañana, estoy en la oficina, reviso cada palabra que escribo para no caer en faltas de ortografía. Aunque prometí ya no escribir nada a prisa y sin revisar.

La verdad es que odio los errores ortográficos y de redacción, pero luego por exceso de confianza caigo en ellos, es realmente como una maldición, más cuando presumo que, de alguna manera, vivo de escribir, claro nada trascendental para las letras hispánicas, ni nada literario, simplemente demandas y cosas por el estilo.

Bien me decía mi anterior jefe, lo único importante es conseguir personas que sean dedicadas y cuidadosas y que más o menos sepan redactar.

Es algo cási imposible de encontrar en estos tiempos.

Y cuando crees que eres de esas personas te das cuenta que no se trata de algo logrado sino de habilidades que tienes que cultivar, de lo contrario lo pierdes todo en un minuto.

P.D.

Mañana hay futbol