lunes, abril 07, 2008

Abril Absolut

Este fin de semana estuvo bastante movido. Una visita relámpago al pueblo por el fallecimiento del padre de mi colega Brenda. Poco a poco se está haciendo algo más común que antes el enterarse de la muerte de familiares de nuestros amigos. Como leí en el Letras Libres que llevaba conmigo cuando mi madre estuvo hospitalizada en Puebla (noviembre de 2005), the suffering is going to come to everyone someday...

Hay un asunto que ha pasado como desapercibido, pero que sí es digno de mención: las tales "adelitas" (mujeres simpatizantes) que López Obrador está organizando en grupos para "defender" al sector petrolero de su "privatización". ¿Y por qué digo que me preocupa? Porque este tipo de organizaciones no distan mucho de las utilizadas por los grupos de ultraderecha (los de a deveras, me refiero) para intimidar o agredir a sus contrarios. Además, se trata del típico caso de mandar mujeres por delante para inhibir el uso de la fuerza pública.

Esto me recuerda varios capítulos de la historia política de mi pueblo poblano, en donde de vez en vez ciertos lidercillos campesinos sitiaban el Ayuntamiento poniendo hasta enfrente a sus mujeres --algunas embarazadas-- para obligar a que nadie les pudiera marcar un alto. Si algún municipal se atrevía a tocarlas se armaba la rebambaramba y el aquelarre. Sin embargo, nadie decía nada sobre la manipulación y la cobardía que mostraban esos dizque machos aguerridos. Bueno, pues algo así está el asunto de AMLO y su "heroica" defensa del petróleo nacional.

Por cierto, entre los miembros de eso mismos ejércitos feudales están varios intelectuales destacadísimos (y otros chafas). Me refiero a Lorenzo Meyer, en el primer caso, y a los clásicos e infaltables Monsi y Poni, entre los segundos. ¿El Dr. Meyer se encargará de bloquear la carretera México-Cuernavaca junto a sus exquisitos estudiantes de la licenciatura en Relaciones Internacionales de la antigua Casa de España en México? ¿O quizás estará al frente de la Brigada Tata Lázaro que pondrá barricadas a la salida de la estación Candelaria del subterráneo de la Ciudad de México? La verdad, espero que esto sea sólo un mal chiste.

Muchos dizque izquierdosos se quejan amargamente de que la ultraderecha panista y El Yunque y todos esos villanos favoritos de los culturosos están organizando la venta de México y, sobre todo, el golpeteo sistemático hacia sus enemigos. Bueno, a la fecha no he visto que se llame a esos supuestos grupos ultras a organizarse para golpear perredistas ni a sus simpatizantes. Es más, ni siquiera durante el plantón en Reforma los empresarios y los ciudadanos afectados contraron golpeadores para derribar sus campamentos. En México los más violentos ciudadanos son los punks que persiguen a los emos en la Glorieta de Insurgentes (y Fernández Noroña, claro).

Sin embargo, este dudoso título ya lo están reclamando las tales "adelitas" que se encargarán de resistir a diestra y siniestra el embate del horroroso gobierno malo que intenta vender lo que es de todos nosotros.

En fin.

Otro asunto que es digno de mención a esta hora de la mañana es la publicidad que ha lanzado el vodka Absolut para invitar a los mexicanos a consumir alegremente su producto. En la fotografía que encabeza la campaña se ve un antiguo mapa de México, en el cual el color que lo identifica dentro del continente americano es inusualmente grande. ¿La razón? Es la geografía que teníamos cuando aún los norteamericanos no nos quitaban la mitad de nuestro territorio.

Esto, claro, ha generado todo un encendido debate en los Estados Unidos. En México sólo unos diarios han comentado el acontecimiento.

Yo, si pudiera beber, lo primero que haría saliendo de la oficina el día de hoy sería correr a los ultramarinos a comprarme mi botella de Absolut y brindar por el acontecimento.




2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Astillero
Julio Hernández López
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

■ Adelitas

■ Críticas machistas

■ En riesgo, calderón pigmeo

■ PGR: lecturas sugeridas

Miles de mujeres están organizadamente listas para participar en la vanguardia de una lucha histórica, pero ese hecho, que por sí mismo demuestra cuán impopulares son las maniobras de las elites que pretenden impulsar privatizaciones petroleras disfrazadas, es tratado por comentaristas y opinantes oficiales y oficiosos como un acto de cobardía e irresponsabilidad (“las mujeres por delante”, dicen, con un sonsonete que trata de evidenciar que esas ciudadanas están siendo usadas como carne de provocación, entes sin conciencia, cuerpos manipulables que son puestos por delante por malvados cerebros ocultos tras enaguas que reaccionan ante sentimientos –que no ideas–, ante trampas –que no ante proyectos compartidos).

Esa visión discriminatoria pasa por alto (a sus conveniencias) el notabilísimo grado de participación política que las mujeres están sosteniendo en los movimientos sociales recientes y, en especial, en el que dirige Andrés Manuel López Obrador (quien no sólo en las calles y en las plazas ha impulsado la presencia organizativa y directiva de mujeres, sino que también les dio presencia y responsabilidades amplias en la administración capitalina que encabezó). No se está en presencia, pues, de un súbito e inexplicable asomo de lo femenino en las luchas populares, ni de un perverso acto de hipnosis tropical que afectaría solamente a un sector de la población esquemáticamente representado con faldas. La vanguardia femenina del primer tramo de la resistencia civil pacífica es una forma de confirmar y consolidar el derecho a la lucha política plena de un segmento poblacional que, sin que se dieran cuenta esos opinantes histéricos ante el hecho de que haya mujeres en batalla cívica por decisión propia, ha ido asumiendo cada vez más compromisos y carácter ejecutivo.

Esas mujeres, “extrañamente” movidas por ideas y sentimientos patrióticos, dan una medida de la fuerza y amplitud a que puede llegar el movimiento de rechazo a los planes de apertura de Pemex a capitales privados. ¿Qué impulsa a miles de ellas a organizarse para dar el primer paso en los cercos cívicos alrededor de cámaras legislativas? ¿Cuántos hombres más, aparte de los que evidentemente irán con las Adelitas en esta fase inicial, están dispuestos a participar en las siguientes acciones comunes? Si hubiera sensibilidad política en las elites que mal gobiernan al país, entenderían el significado profundo de esa decisión de miles de mujeres de pasar a la acción. Las instituciones no sirven y los presuntos representantes populares sólo se mueven en razón de sus intereses mezquinos, así que ante el peligro de males mayores se están movilizando hombres y mujeres que consideran que ha llegado la hora de una lucha pacífica y organizada que ponga freno a tanta injusticia y abuso.

Gracias.

abril 08, 2008 9:31 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

Pinche guey de la Jorgranma ya me cagaste los huevos vete a chingar tu madre al culo apestoso que tienes por periodico

abril 10, 2008 4:11 p.m.  

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2 comentarios

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