04 08 08

Parafraseando a Parménides García Saldaña, diré que este fin de semana estuvo vaciado, vaciado, vaciado...

Desde viajes nocturnos por carretera, recitales de rock en palenques de feria, marcha por los antros del pueblo (pasando por el supuestamente más fresa hasta llegar al más puro y duro arrabal) y lluvia criminal al retorno. Todo en un lapso de 48 horas.

Tal cual.

Por cierto, me he percatado que la cuenta pirata que tenía para ingresar a la edición en línea del diario Reforma ha caducado. Estoy casi cierto que la poseedora original de la misma llegó a leer este buroblog alguna vez. Por favor, señorita, si ve este mensaje, le pido encarecidamente que renueve su suscripción para que varios --no sólo yo-- podamos seguir teniendo acceso a la información y a los contenidos de dicha publicación. Gracias.

Bueno. La última semana previa al inicio de los Juegos Olímpicos de Pekín. Qué flojera. Algo sobre esto ha escrito Sheridan en el más reciente número de Letras Libres. Veamos un fragmento.

"No, el deporte no es una actividad adecuada --como dicen los patriotas-- a lo nuestro. Para lo nuestro, lo importante no es ganar, pero tampoco competir; lo serio es perder. Nunca somos derrotados en buena lid, pues la derrota no es el riesgo de un revés sino un imperativo categórico. Para lo nuestro, lo que otros llaman simplonamente 'perder' es algo que va mucho más allá del cronómetro o del tablero: es una arrogancia de la idiosincracia".

En fin. El texto está muy bueno (como todos los de él, pues). Por cierto, parece que la nueva empresa de mensajería que trabaja para LL ya se ha puesto las pilas porque la revista vuelve a llegar a tiempo. Bien.

Una semana más, una oportunidad más.