Nada
La tarde va lenta. Pongo a Los Straitjackets en iTunes para intentar echarme hacia adelante en este día por todos tan temido. No. A mí no me ha dado la enfermedad aún en viernes ni en lunes. Sin embargo, recuerdo que por estas fechas, finales de septiembre, sólo que de 2007, El Año Cabrón, ingresaba al hospital para saber qué procedía con mi ERGE.
Por estos días me he sentido como raro, es decir luego me siento bastante fatigado (y para lo que hago...) y con los ojos rojos rojos (no soy fumeta, lo aclaro desde ahora). Imagino que son secuelas de todo el asunto que vengo arrastrando desde abril del referido 2007. Tengo que hacerme otros estudios médicos. De hecho, ya extraño a las señoritas de Quest Diagnostics que con tanta amabilidad me sacan sangre de las venas de mis brazos. Lo que no extraño son sus facturas. Aunque nunca he aplicado esa sentencia que afirma que uno no va al médico porque le da miedo saber lo que le van a decir, a veces sí me da un poco de incertidumbre enfrentarme a lo que parece ser tan obvio: que la enfermedad por ahí anda rondando todavía.
En ocasiones me pregunto si esto no será --como algunos avezados denominan-- "sicosomático", es decir que sea una reacción mental o sicológica ante determinadas circunstancias. Desde mi posición capricorniana siempre he visto tales cosas con desconfianza y hasta con franco desprecio. Es decir, esas explicaciones dizque científicas, pero que más bien rayan en lo esotérico e intangible.
Sin embargo, recuerdo que cuando estaba en la víspera de contraer matrimonio estuve un mes entero con gripa. Cuando fui a mi clínica del ISSSTE -aún confiaba en esa ilustre institución estatal mexica de salud-- y le planteé el cuadro a mi doctora preguntó, ¿hay algún acontecimiento importante en su vida próximamente? Yo le dije sí, me caso. Ah, pues cuando eso pase volverá a la normalidad, respondió. Y dicho y hecho, ya por ahí de febrero de 2005 estaba de nuevo bebiendo y fumando como en los viejos buenos tiempos.
Entonces, si tenemos algún tipo de evidencia de que esa cosa "sicosomática" existe, mi pregunta va hacia el tema de, ¿y ahora qué acontecimiento importante se avecina en mi existencia? No estoy en la víspera de tener críos, ni de volver a casarme, ni de cosas así por el estilo. ¿Qué será?, ¿qué será?
Tal cual.
Hoy por la mañana leí que un conocido ha fallecido apenas el jueves. Fue un personaje vinculado a la radio y al periodismo del pueblo poblano. Con él ya son dos bajas de esa generación que, podemos decir, es previa a la mía.
Sigo con Los Straitjackets para contrarrestar el embate de El Fonógrafo que viene desde el cuartel general de La Banda.
También hoy por la mañana leí un editorial de El Universal en el que se cuestionan si la llamada anónima que permitió capturar a los autores materiales del atentado del 15 de septiembre en Morelia no fueron miembros del propio crimen organizado, en especial de alguna organización rival o contraria a los que planearon el asunto. Puede ser. Uno ya no sabe qué onda o no tiene certeza de absolutamente nada. Policías que secuestran, policías a los que se les fugan los secuestradores, policías que entran a la sede de otros policías que, en teoría, son los aliados que tienen para combatir al crimen, policías que desertan y que luego son asesinados.
En fin.
Creo que en la breve historia democrática contemporánea de este país nunca habíamos estado tan mal, tan desorganizados, tan divididos, tan incrédulos y, sobre todo, tan bajos de entusiasmo en el futuro inmediato. Y esto ni siquiera se debe en primer lugar a la crisis económica de tintes bíblicos que sucede a unos cuantos miles de kilómetros al norte de nuestra nación. No sé si los mayas tenían razón o no en que el mundo se va a acabar en el 2012, pero de que algo va mal, que ni qué...
Esta semana, en otros temas, celebraremos --o conmemoraremos-- el 40 aniversario del asunto de Tlatelolco. Aquí en el campus grande (Sheridan dixit) se están preparando algunos actos para que no se siga olvidando el movimiento. Claro, esto también dará pie para que varios políticos vuelvan a zamparnos que son como iluminados o tocados por la divinidad por haber sido parte de aquella generación y por haber sobrevivido al ataque de la Plaza de las Tres Culturas (Gómez, Perelló, El Pino, et al). Marchas, anarkopunketos y muchas canas garantizadas.
Me paso a Man or Astroman? para entrar de lleno en la fase final de este día que ha tenido de todo excepto diversión. No puede ser que apenas haya pasado el mega puente de Fiestas Patrias y las vacaciones de verano, y ya esté pensando nuevamente en el asueto. Algo extraño, es decir algo añoro, pero no sé qué es. Interesante cuestión: el querer y desear algo con fervor, pero no tener ni puta idea de qué...
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