miércoles, octubre 01, 2008

Al filo

Como que se me ha dado eso de sortear las fronteras, me refiero a los límites, si se quiere del día, de las cosas, de los plazos. Espero que así sea, por ejemplo llegar al extremo de la vida y de los años.

Ayer leía que Carlos Fuentes había cumplido ochenta años, se me hacen muchos años y lo veo, parece un tipo que ha disfrutado, de esos que no han sufrido demasiado, como si los años se le acomodaran a gusto, no soy un gran admirador de su obra, imagino que para muchos será excepcional, de cualquier forma se ha ganado un prestigio que goza en su vejez y puede darse el lujo de tirar netas o de decir que está preocupado por la seguridad en el país o la imagen que proyecta, mientras tranquilamente asiste a una cena en algún restaurante de París. Esa es una tercera edad envidiable, dudo que esté al pendiente de su pensión de los viejitos.

Ya es cotidiano ver los diarios dando cuenta de enfrentamientos entre narcos, la policía y el ejército se convierten en elementos de la escenografía que pueden estar o no estar. Mientras hay ejecuciones en Tijuana o en cualquier parte del país, veo que se prepara el festival cervantino, aún no se ha trastocado el espíritu creador. Me preguntan si para l 2010 se cumplirá el efecto cíclico de las revoluciones en México y respondo que si no se han dado cuenta de que ya estamos en guerra, lo ha dicho incluso el presidente de lo que queda de este país.Lo que pasa es que no se trata de una revolución con ideales o idealizada, es la lucha por el poder real, digamos entre las fuerzas del mal y la democracia.

Ante cualquier duda que nos llegara a asaltar y llevar a preguntarnos: ¿porque no un Estado controlado por los narcos? si garantiza un orden e ingresos de un mercado en franca expansión. La respuesta es simple, prefiero un estado que, por ejemplo, fomente una difusión de la cultura como la del festival cervantino; a un Narcoestado que fomente obras de arte como por ejemplo los animales disecados, las pistolas con cachas de oro y diamantes, los narcocorridos y tantas expresiones estéticas de lo que ya se ha clasificado como Art-narcó.