jueves, octubre 02, 2008

No se olvida

Bueno, como había escrito en este mismo sitio hace algunos días, mi atenta esposa se fue a China durante los mismísimos Juegos Olímpicos.

Aquí algunos testimonios gráficos de su estancia por aquellos lares.

Adelante.



Llegando al Oriente, el saludo de los monos esos que fueron las mascotas de los Juegos (sus miradas revelan mensajes satánicos...).



Y en el horizonte, la bandera roja china.

Pero también la otra postal de la vida cotidiana en China..., hasta pensé que era una vecindad de Pino Suárez.



Para no equivocarse cuando se tiene que ir al baño en la Agrícola Oriental.



¡Mmmmhh...!, las delicias de la comida china: patas de puerco en su jugo con todo y pezuña y harto condimento.



Postal del día a día: en la calle, junto al paso peatonal, mostrando el sostén, los calzones y la bici...


Una de las deidades: Mao (y el que no ama Mao...).


La otra divinidad: Buda (pero como que más relajadito y delgadito).



Próximamente, la segunda entrega de Mi loco fin de semana en Shangai...