Más archivos de casos reales
Con un poco más de tiempo libre en esta ruta de locura previo al parón navideño, procederé a dar cuenta de otros archivos de casos reales...
1. Yo y Carlos Fuentes
Ahora que el escritor mexicano Carlos Fuentes está siendo celebrado por todo el mundo debido a sus 80 años de vida y 50 de haber aparecido una de sus novelas más famosas, La región más transparente (la ministra de Educación dijo durante un homenaje que era La ciudad más transparente...), muchos fanáticos han asistido con puntualidad religiosa a los diversos actos relativos al tema, ya sea para verlo, para conseguir una foto, un autógrafo o sólo para estar ahí porque se debía estar ahí...
Yo he leído algunas obras de Fuentes. Y me han gustado. Digo, quizás hay altibajos, sobre todo cuando transita sin anestesia de la ficción y la narrativa hacia el ensayo político, pero en general le otorgo (como si a él y a La República de las Letras mexicas le importara mi opinión) el rango de Gran Cacique Cultural de Este País. Pero aún con este hecho tampoco me sentí como muy motivado a asistir a los actos que se montaron en su honor por estos días.
Sin embargo, la diosa fortuna es mujer y rara en sus decisiones.
Estaba yo un día aquí instalado en mi cubículo cuando de repente escuché el rumor de que Carlos Fuentes andaba por el rumbo. Intrigado, me dirigí hacia donde las coordenadas nos señalaron. Y, en efecto, ahí estaba junto con su esposa, Silvia Lemus. Pero como estaba medio ocupado preferí seguir de largo y dirigirme a los aseos.
Pero después, y aquí viene el punto, me dí cuenta de que la ruta que yo seguí era la misma que él y su comitiva debían tomar para salir. El resultado: coincidimos sin querer en un pasillo. Bueno, pues ya dadas estas circunstancias y después de comprobar la autenticidad de estas señales del Apocalipsis Ahora, procedí a espetar la clásica de maestro, ¿me puedo tomar una foto con usted?, a lo que él accedió de manera amable.
Y, bueno, ahora ya tengo mi foto con el escritor celebrado a tope en las últimas dos semanas.
Tal cual.
2. Giros Negros
He comprado un libro que se llama Giros Negros. Su portada es bastante sugerente: unas piernas de mujer enfundadas en esas medias vintage que, hay que decirlo, estaría perfecto que se volvieran a poner de moda entre la población femenina de este país. Bueno. Estaba en que compré este libro porque a) leí una crónica favorable en el Letras Libres de este mes y b) porque de su autor, Enrique Serna, ya había querido leer algo (sobre todo El miedo a los animales), pero jamás se me había dado.
Ya lo he iniciado y me está gustando. Creo que Serna pertenece a esa brillante herencia de buenos cronistas que, afortunadamente, hemos tenido en México.
Después daré más datos.
3. ¿Campeones?Finalmente, el asunto del fútbol americano estudiantil de este país. En la llamada "Conferencia de los Seis Grandes" (antes eran 12) ha campeonado --qué novedad-- el representativo del Tec de Monterrey de Monterrey (esa mini-liga la integran varios campus del mismo Instituto). Y en la llamada "Conferencia del Centro", el próximo sábado se disputa la final entre los Pumas de Ciudad Universitaria y las Águilas Blancas del Instituto Politécnico Nacional.
Imagino que ganarán los Pumas por su paso en la otra mini-liga, pero... ¿Tendrá la misma validez?
En mi opinión, los Pumas podrán ser campeones y tal, pero sin brillo ni gloria. Me refiero a que el verdadero reto no es aplastar 101-0 a los Osos de Acatlán, ni pasar por encima de Linces y Guardias Presidenciales, sino ganarle al referido Tecnológico y bajarles sus ínfulas de soberbia deportiva.
El viejo mito de ser cabeza de ratón o cola de león...
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