martes, mayo 12, 2009

Zzzzzz

Como saben, el proceso electoral parlamentario ha iniciado hace ya unos días. El 5 de julio saldremos a las urnas a renovar la Cámara de Diputados. Los partidos han echado a andar.

Me llama la atención la publicidad del izquierdista PRD. Ahí se ve al presidente nacional de ese partido, Sr. Jesús Ortega Martínez, conversando con una simpática cocinerita sobre cómo piensa hacer su instituto para llevar al país a estadios de desarrollo notables. Algo le menciona sobre que tenemos que comprar sólo cosas hechas en México y etcétera.

Si el PRD tenía en mente quitarse la imagen de partido violento y arrabal, digamos que lo ha logrado un poco. El problema es que ahora se ha ido hasta el extremo opuesto: el de un instituto político conducido por sosos, ñoños y tetos. Escuchar el tono de voz de Ortega es el símil de tomarse un Rivotril o un Clonazepam en ayunas. La chica que lo acompaña creo que ha hipotecado para siempre su futuro: las generaciones la reconocerán como la niña del perredé.

Afirman que así sí gana la gente, pero no dicen qué. Lo más seguro es que el ronquido sonoro de la parroquia.