miércoles, agosto 25, 2004

Y ya cayó la segunda. Les dijimos hace unos posts: tranquilos hermanos tenochcas, los dioses no podían dejarnos nada más viendo cómo otras subnaciones como Tailandia, Jamaica, Eritrea, entre otras, lograban algo en el medallero y nosotros nada de nada. Algo tenía que caer por ahí y, finalmente, ya sucedió.

Para variar, ha sido otra mujer la que saca la cara por la Patria. Ahora, Belém Guerrero, ciclista, ha ganado la plata en la prueba por puntos al derrotar a una colombiana. Bien, ¿no? Claro, todos los federativos empezarán a respirar más tranquilos al no venirse en blanco de Grecia y los medios de comunicación ya tendrán algo más en qué embobar a la población. Sin embargo, los méritos son sólo de ellas, no de la administración pública mexicana a través de las políticas públicas deportivas. Duele decirlo, pero así es: el país avanza a pesar de una gran parte del funcionariado, no sólo en el deporte, sino en la vida cotidiana...


PS. Pero, a ver, ¿quién podría ganarnos en una Olimpiada de convenios o de empacado de calendarios cívicos o de revisión de carpetas informativas? Ni los chinos...