Polaroids de estos días a) Nunca había visto un Ejecutivo Federal tan débil, tan falto de agallas, tan descuidado de la institución presidencial. Eso no es democracia colegas, eso se llama ser pusilánime. b) El ministro de Interiores tendrá que pensar dos veces antes de volver a desafiar al Ejecutivo local del D.F. ¿Afrontar las cosas como hombrecito? Venga. Él mismo tiene una oportunidad para demostrarnos cómo es eso ante la acusación hecha por el IEDF de exceder los topes de campaña en 2000. En verdad, lo necesitamos: queremos hombrecitos en la administración pública, ojalá empiece por él mismo, no importa que lo haga durante sus intervenciones en Vida TV. c) ¿Hay algo peor que los talibanes y los chechenos? Quizás los legisladores federales del PRD que durante todo el desarrollo del IV Informe Presidencial se comportaron como si estuvieran en una convención de su partido en el Plan Sexenal. ¿Son aliados o enemigos de López Obrador? Piensen en que la gente está harta de esa clase de politiquerías, en esos espectáculos deprimentes y dantescos que nos ponen en el peor de los tercer mundos posibles. d) De Putin sólo tiene el apellido. El presidente de la ex Unión Soviética, Vladimir Putin, ha demostrado que con él no se anda con rodeos: acaba de liberar, vía las fuerzas especiales, a los secuestrados en un gimnasio escolar en la ciudad de Belsán, no importando que estuvieran ahí más de 500 personas, principalmente niños y jóvenes. Recordemos también cómo liberó a las personas que otro comando terrorista tenía capturadas en un teatro de la capital. ¿Suena rudo? Quizás. Pero soluciona problemas. Putin no gasta el tiempo haciendo llamados a "acuerdos" de ficción o en montar "mesas de diálogo" que nacen muertas. A final de cuentas la administración pública tiene como fin eso: solucionar problemas de interés común.