jueves, enero 27, 2005

Cumpliré mis promesas de campaña, aunque sea hasta el último día,

A ver, veamos cuál es el propósito de las promesas de campaña. Todo el mundo sabe que el o los candidatos dicen verdades a medias o mentiras completas y sus votantes eligen al candidato como los compradores eligen al vendedor más convincente.

Lo que pasa es que ahora el producto a vender en una democracia sin consolidar, como la nuestra, es la confianza, ser o aparentar ser honesto vende o vendió. La mayoría de mexicanos que eligieron la opción del voto útil quisieron creer las promesas del candidato de las botas, que nuestra economía crecería al ritmo delprimer mundo, también quisieron creer que sacaría al PRI de Los Pinos y que todo sería maravilloso en foxilandia.

Ahora la decepción y el resentimiento empieza a alcanzar niveles alarmantes para el actual gobierno, cuyo jefe lleva seis años en campaña y va por dos más, para tratar de salvar su proyecto que nadie sabe a ciencia cierta a dónde va, ni cómo regresar del punto alarmante en el que nos encontramos todos como sociedad.

Un principio de derecho dice: Justicia retardada, justicia denegada. Si lo aplicamos a la justicia social, no nos serviría de nada tener un crecimiento de 7 por ciento en diciembre de 2006, cuando muchos mexicanos ya estemos imersos en la pobreza en el mejor de los casos o ya no estén, en el peor. Por otra parte el crecimiento ¿beneficiará al grueso de la población o sólo a algunos?

Solo nos quedará hacer el recuento de los disparates que seguirá acumulando el mesianico eterno candidato. Nos queda una pregunta ¿Para quien hace campaña y beneficia o perjudica a sus candidatos?

Juan Manuel Anguiano / El Economista
Estamos a un paso de alcanzar en este sexenio el "tan mencionado" crecimiento de 7%, aseguró el presidente Vicente Fox, al referirse a el alza de la economía de 6% en noviembre pasado.Durante una gira de trabajo por San Luis Potosí, el Ejecutivo se comprometió a seguir trabajando hasta el último día de su administración para cumplir con cada uno de los compromisos que ofreció durante su campaña electoral."Estamos ya muy cerca de alcanzar ese 7% que todavía me siguen recordando", dijo el Primer Mandatario, quien agregó que la obra de su gobierno "ya está redondeándose" y terminará con el cumplimiento de las metas que planteó al pueblo de México y que lo llevaron a ganar las elecciones del año 2000."Quiero decirles que su Presidente está tan fuerte como siempre ha estado, está tan lleno de energía y animado como en el primer minuto de mi gobierno. Servir a México es un privilegio y un honor. Dos años es mucho tiempo para hacer muchas cosas, para servir con pasión al pueblo", aseguró.El Primer Mandatario expresó su confianza en que durante 2005 continuará el crecimiento económico, la generación de empleos y la mejoría en el ingreso de los trabajadores, pues se observa ya una recuperación.