lunes, enero 30, 2006

toros y toreados

Dicen que no hay que alegrarse de la desgracia ajena.

Pero lo del toro "pajarito" me pareció de lo más divertido. Le cambió el significado a la frase: ver los toros desde la barrera.

Ya necesitábamos una de esas anécdotas para divertir al respetable, vemos las escenas una y otra vez y las instantáneas en los encabezados de todos los diarios.

Espero que la señora se recupere pronto, pero ahora sí estuvo buena la faena ¿verdad que no es lo mismo ver cómo matan a alguien -aunque sea un animal- que verse de frente a la muerte?

Recuerdo lo que contaba un amigo: un juez le decía que era (hablando de sí mismo) muy valiente y que había enfrentado muchos peligros con entereza y decisión; a lo que este amigo le contestó ¿tu valiente, cuales peligos? veliente el que se juega la vida en la calle, el que sale todos los días a ganarse el pan de él y de sus hijos.


Y pensar que los corneados y correteados son nuestra socialité mexica, ahora sí que perdieron el estilo.

Lo único que lamentamos es el mal tino de pajarito. Hubiera encontrado al obispo-empresario Onésimo y le hubiera puesto una corretiza y una cojida, como para que no lo olvidara.