lunes, abril 24, 2006

Este texto tira puras netas...


Algunas desventajas de ser político
Juan Alberto Vázquez

Si la gente tiene oportunidad de rayarte tu coche, lo hará. Es posible que Loret de Mola te despierte a las seis de la mañana para hacerte una entrevista.

Con el trabajo y el sueldo que tienes, tu deber es hacer feliz al pueblo. Pero la realidad es que tú sólo te preocupas por hacer feliz a tu familia y amigos. Entonces luego no duermes por el karma.

Si no ingresas en el círculo vicioso de las complicidades, seguramente que acabarás como burócrata y en el bordo de Xochiaca hecho suadero.

Si haces algo bueno, todos dirán que era tu obligación, pero si te agarran en alguna movida --por muy pequeña que sea-- ya no te dejarán en paz hasta verte renunciar (o si es en la cárcel, mejor).

Aunque tu origen sea humilde, si quieres ascender tienes que invertir una lana en guardarropa y accesorios (como si fueras vedette, ¡chale!).

Cuando alguien te pregunta en qué trabajas, te es muy complicado explicarlo (pero la verdad es que ni tú tienes idea de lo que haces).

No puedes cambiar de compañía, como lo hace cualquier simple mortal en la iniciativa privada. Si se te ocurre irte de un partido a otro, no te bajarán de prostituto, vendido o traicionero.

No tienes verdaderos amigos y no te queda más que convivir con los de tu misma condición, o sea, otro político, y comer salmón, beber champaña y contratar prostitutas caras (si son actrices, te sentirás mejor).

Tienes que aprender a utilizar un lenguaje muy apartado de la realidad con términos como parteaguas, concertacesión, desafuero, sintomático.

Pero además, contraviniendo los mandatos de la razón, tienes que aprender el fino arte de responder con frases lejanas, y discursos que nadie entiende si es que te preguntan cosas directas como ¿por qué robó?

Aunque te esté llevando el carajo y quieras mentar madres, tienes que sonreír al auditorio y levantar la manos en señal de que no estás muerto.

Si las cosas salen mal, siempre es culpa tuya.

Es tu obligación dar trabajo al cuñado desempleado, al sobrino desadaptado, al hermano incómodo, a la extrovertida cónyuge, al primo que nunca supo hacer nada.

Tienes que hacerte cuate de los narcos si no quieres acabar balaceado saliendo de tu casa.

No podrás tener vida privada y todos se enterarán si es que, por ejemplo, te gustar usar tanga roja con florecitas.

Para referirte a "mí" siempre tienes que hacerlo desde la primera persona del plural. De esa forma delegas culpas entre tus súbditos y de paso te haces el humilde.

Cuando acabe tu mandato, siempre pesará sobre ti la sombra de la sospecha y las denuncias por corrupción, ciertas o no, caerán sobre tu imagen.

¿Crees que vale la pena?

1 Comments:

Blogger Efrén said...

Pero...

¿No se siente bonito ver hay mexicanos que despiertan felices?

abril 25, 2006 1:28 p.m.  

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1 comentarios

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