miércoles, junio 21, 2006

¡Bravo!

Miércoles de pasión futbolera matutina. Mi ciudad es chinampa en un lago escondido de la tierra del buen Adolfo.

a) Los jugadores nacionales creían que estaban jugando un Necaxa vs. Atlas porque, a la menor provocación, se dejaban caer en el área o fingían haber sido casi tasajeados por los criminales portugueses. ¡Por favor! Es un juego de hombres, señores. ¿Creen que les van a marcar todas en el área chica? Si de por sí el penal fue dudoso, luego ya querían que cualquier ligero rozón fuera marcado como pena máxima. Y luego, para acabarla de amolar, el que sí era (el hachazo sobre Bravo) pues... ¡claro!, ya no fue marcado como tal. La vieja fábula de ahí viene el Lobo...

b) Penales, malditos penales. Ja, ja. La verdad, esa frasecita me jode porque es totalmente falsa. Un penal fallado es un penal mal tirado. Punto. No hay nada más que decir. Si no tienes cojones o técnica o determinación o, simplemente, un buen día, por más que quieras encontrar pretextos que excusen la falla ninguno lavará tu error: tiraste mal y por eso fallaste. Así que, pequeño Omar, esto ha sido un buen paso en tu maduración como deportista. Ni eres el Caballero de las Cruzadas que todos pensaron después del partido contra Irán, ni tampoco el peor por haber fallado ese tiro.

c) No me gusta que el único cántico de la hinchada nacional sea el "Cielito Lindo". Digo, está poca madre escucharlo como un gran coro en los estadios. Pero, mmmm, no deja de darme como cosa esa estrofa de "canta y no llores". Es decir, como que suena... agachona. Me refiero a que es algo así como, no hay pex, no somos tan buenos, pero sí re-alegres. Deberíamos tener otro cántico más agresivo para entonarlo en las tribunas. Algo como que nos impulse a ser los mejores y no sólo a resignarnos a ser un pueblo perdedor, pero, repito, bien dicharachero y cotorrón. En ese sentido, el Himno Nacional sí está perfecto: Mexicanos al Grito de Guerra. ¡Eso! Algo que casi haga que los nuestros salgan a comerse las tripas del contrario. Digo, deportivamente hablando. Pero que nuestra única identificación sea "ay, ay, ay, ay, ay....", pues como que no.

d) Lo peor, según yo, ha sido festejar que Irán y Angola empataron y que, de esta forma, México pudo clasificar aún perdiendo. Válgame el Cielo, sus Santos, sus Vírgenes, sus Arcángeles, sus Ángeles y sus Desertores.