jueves, marzo 22, 2007

Nueva ley del ISSSTE

Bueno, dejémonos por un momento de temas triviales. Vayamos a uno que nos pega a los burócratas de manera directa: la pretendida reforma a las pensiones del ISSSTE.

¿De qué va este asunto? En resumen, de lo siguiente:

  • La edad de retiro pasará de 48 a 58 años en mujeres y de 50 a 60 en hombres (gradual hasta 2028, un año por bienio)

  • La pensión garantizada pasa de uno a dos salarios mínimos

  • El Estado aumentará de 19.75 a 25.14 por ciento sus aportaciones obligatorias

  • Dará una cuota social de 3.5 por ciento del salario de cotización para mejorar servicios de salud

  • El Estado aportará 5.5 por ciento del salario para fondo de pensiones

  • Se integrarán al ISSSTE a 300 mil trabajadores que estaban contratados por honorarios o eran eventuales

  • Se aportarán 8 mil millones de pesos para servicios médicos

  • Se destinarán 2 mil millones para apoyar fondo de préstamos personales

  • Se ofrecerán 7 mil créditos hipotecarios a pensionados

  • Se espera resolver el déficit de cinco hospitales de especialidades, 10 generales y clínicas


Bueno, hasta ahí la parte como bonita del asunto. El punto es que también se busca crear una Afore pública para atender las pensiones en la nueva ley del Instituto. En suma, se trata de apretar las condiciones que actualmente existen para la gente que se jubila del sector público.

El asunto puede responder a una verdadera necesidad. Es decir, si hay una herencia maldita de anteriores regímenes es la que tiene que ver con las pensiones --tanto en el IMSS como en el ISSSTE-- que, tarde o temprano, darán bastantes dolores de cabeza a las finanzas públicas (de hecho, ya las están dando y se aprecia en la calidad de los servicios médicos de ambas instituciones).

Sin embargo, otro punto importante es la manera en que se está discutiendo y buscando aprobar esta iniciativa: de manera apresurada, a escondidas y sin haber sido suficientemente discutida. Por eso la reacción de diversos actores como el sindicato, el PRD y algunos analistas políticos.

Eso puede ser lo que eche por la borda los esfuerzos que --quizás-- sean bienintencionados: la manera en que se están llevando a cabo los procesos tiene un alto riesgo de generar resultados contraproducentes.

Estaremos pendientes del tema porque, repito, sí es un asunto que nos atañe al funcionariado público de este país.

Y vio el burócrata que era bueno.