lunes, abril 21, 2008

Una tarde en el Olímpico Universitario

Pues ahí tienen ustedes que este domingo fui al Olímpico Universitario a ver a los Pumas jugar contra Toluca. Los boletos habían sido cortesía de la Universidad Nacional y, por lo tanto, no había que dejar pasar esta oportunidad.

La verdad, el partido estuvo bastante aburrido. Es más, aburrido es una palabra en extremo condescendiente. Más bien estuvo desastroso y frustrante. ¿Quién le dijo a Solari que es futbolista (y delantero, además)? ¿Por qué le han renovado el contrato a Ferreti en el banquillo? ¿Alguien sigue pensando que Leandro es un buen jugador? En fin.

Lo único que se salva es --como siempre-- la afición. La nación Azul y Oro nunca deja al equipo. Ayer el Tuca decía en la conferencia de prensa al terminar el juego que estaba apenado con la hinchada. Hombre, pues si eso siente en realidad, que renuncie. Y con él varios de los extranjeros que sólo inflan la nómina del Club.

Bueno, pero que no se piense que todo fue un calvario. No. A falta de fútbol, la parroquia comenzó a hacer varias bromas en la tribuna que amenizaron el momento. Por ejemplo, un tipo repetía la frasesita "hay champaña" cada vez que pasaba el de las chelas con el mismo tonito del vendedor, o bien, una parejita de adolescentes tipo Beavis y Butthead hicieron las delicias del personal con sus arrebatados intentos de cantar la Goya cada 17.3 segundos. También, cómo no, las pumitas en el estadio nunca desmerecieron, a excepción de una señora ya como de 50 años que dejaba ver a todo el palomar su tanga roja con florecitas.

Una temporada más que se va y una decepción más que llega. No sé por qué, pero los gritos de ayer en la tribuna me recordaron la primera vez que fui al Olímpico a ver a los Pumas (por allá de 1994): ¡apúrate güevón!, ¡parece que van ganando!, ¡échenle güevos, güevones!, ¡órale chingadamadre! Creo que no ha pasado mucha agua debajo del puente.

Para cerrar, los infaltables testimonios gráficos de la jornada.




Arribando al Estadio Olímpico Universitario. El único en su tipo en toda Latinoamérica...

La Rebel alentando al equipo.


Siempre fieles.

Y como dijo Calamaro: brindo por la victoria, por el empate y por el fracaso...