lunes, julio 14, 2008

Meter reversa

No sé si este título ya lo había usado antes, pero no importa.

Resulta que el coche se ha estrenado dentro de las estadísticas de la delincuencia de la Ciudad de México. En efecto, después de asistir a una celebración nocturna y al estar cerrada la pensión en la que dejamos el automotor, pues decidimos aparcarlo justo afuera de nuestro edificio.

Enfatizo la frase justo afuera porque eso nos daba cierta garantía de que no le iba a pasar nada. Es decir, que si lo poníamos en la esquina, en la calle perpendicular o donde hubiese espacio era más probable que los atracadores se fijasen en él. Por eso, justo afuera fue un tranquilizante perecedero.

Sin embargo, al auparnos en el coche horas más tarde nos dimos cuenta de que alguien --o algunos-- decidieron que las lunas de los espejos laterales se verían mejor en su refaccionaria o en su coche o en algún otro lugar, pero no en nuestro sedán. Así que, sin más, el vehículo ingresó a la categoría de discapacitado.

En la agencia donde lo compramos creo que piensan que Puebla es una provincia que colinda con Bavaria y que las refacciones llegan al país en barco. Por lo tanto, ante la escasez tuve que emprender ese viaje que miles de capitalinos han hecho alguna vez en su vida: ir a por la refacción al lugar mismo donde se concentra lo robado. Con decir que hasta unas lunas de BMW me estaban ofreciendo por el mismo precio. En fin.

Ahora, con la experiencia de esta primera vez, he ido a un lugar cerca de mi antigua oficina con el fin de que recrear una especie de armadura medieval al vehículo. Al menos espero que esto les dificulte más el trabajo a la muchachada rateril.

Por cierto, en la misma agencia una tipa toda sonrisas, con mexicanísimo rostro y broncínea piel, pero imitando a conciencia el tono de voz usado en culebrones como Rebelde, nos hizo una confesión que va de lo sublime a lo patético: cuiden mucho su coche, ¡porfissss!, se los están robando muchoooo..., ¿ok?

1 Comments:

Blogger Efrén said...

Estimado maestro

Lamento que haya usted sido víctima de un atraco.

No dudes que las lunas adquiridas en el mercado negro sean las tuyas o las de tu vecino.

Confieso que he pecado y en el mismo lugar compré un rin para mi auto.

Saludos

julio 15, 2008 9:36 a.m.  

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1 comentarios

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