lunes, diciembre 08, 2008

Francina Alsina, grafopsicóloga y perita calígrafa.

"Escribir implica a todas tus neuronas: tu letra te refleja".

VÍCTOR-M. AMELA.

Tengo 59 años. Nací y vivo en Barcelona. Soy grafopsicóloga y perita calígrafa. Estoy casada y tengo dos hijos y una nieta de un año. ¿Política? Me molestan los radicalismos. Soy católica practicante y coordino la federación catalana de voluntariado social.

Mire mis notas: ¿qué ve en mi letra?

Denota una mente ágil, apta para la abstracción y con alta capacidad de síntesis.

¡Mujer..., me alegro de entrevistarla!

Funciona usted mal si le organizan, rinde mucho más con autonomía. Se siente mejor a solas que en grupo. Y sexualmente...

¡Alto!

Sólo quería decirle que le veo equilibrado.

Ah. ¿Y dónde ve eso?

En el bucle de su g minúscula. A bucle más inflado, más exigencia sexual. Abierto, colgado: insatisfacción sexual. Quebrado en ángulos, en triángulo: inhibiciones...

Vaya con la letra g.

Si en vez de bucle (en el palo de la g),el trazo de subida se superpone al de bajada, es alguien que sólo mira por sí mismo.

¿De veras la letra nos refleja tanto?

Un texto manuscrito es un test proyectivo: proyecta el estado anímico de su autor. Si se sabe descifrar, desvela rasgos profundos.

Y usted sabe descifrar.

Llevo muchos años haciendo análisis grafopsicológicos. Y también autentificando la autoría de un texto o una firma, una pericia muy solicitada por policías y jueces.

Un análisis grafopsicológico, ¿para qué me sirve?

Para completar un diagnóstico psicológico. Y hay psiquiatras que emplean la grafología como test de la evolución de sus pacientes. Y muchos departamentos de selección de personal analizan la letra de los candidatos a un puesto de trabajo antes de elegir...

¡Pues toca hacer buena letra!

Es imposible camuflarse: escribir implica a todas tus neuronas, como han explicado los neurofisiólogos Serratrice y Habib en su obra Escritura y cerebro.

¿La letra es el espejo del alma, pues?

Refleja tu fuerza de voluntad, energía vital, espíritu de trabajo, capacidad de liderazgo y relacional (y sexual), sentido de la responsabilidad, tendencia a mentir o robar, agresividad, autoestima, aptitudes, capacidades...

¿Dónde ve la fuerza de voluntad?

Mire esta t minúscula sin palito: si alguien de escritura lenta no lo marca, es de poca voluntad; si es de escritura ágil y no lo marca, es práctico.

¿Qué más dice la t?

Cuanto más arriba el palito de la t,más dotes de mando, de liderazgo. Pero si se traza como sombrero... es alguien dictatorial. Si además el trazo arranca desde la letra siguiente y se cruza en un latigazo sobre el eje de la t,estamos ante alguien autoritario y agresivo. ¡Así eran las tes de Franco...!

¿Ha analizado la letra de Obama?

He visto su firma: es la de un seductor, elocuente, muy adaptable a las circunstancias, con un ego notable y fondo narcisista. ¡Suerte que ha fichado a Hillary Clinton!

¿Por qué?

Su firma habla de una persona muy inteligente, firme y creativa.

¿Hasta qué punto es de fiar todo esto?

Mi marido no me hizo caso cuando yo le decía que la letra del gerente que había fichado para su empresa delataba a alguien fatuo e inútil. Aquel gerente... ¡lo arruinó! Hoy mi marido me trae las letras de todas las personas que sopesa contratar.

Letras inclinadas a la derecha: ¿qué?

Su autor tiende a ser extravertido, confiado, inclinado a progresar.

¿Y hacia la izquierda?

Temores, introversión...

¿Y si la línea de texto asciende?

Persona pletórica de ánimo. Si desciende, persona falta de energía. A una alumna que escribía así, la envié al médico: ¡le encontraron una anemia! Letras separadas denotan también tristeza, desconexión con la vida.

¿Dicen algo los puntos de las íes?

Si el punto toca la i,materialismo. Si está muy elevado, espiritualidad. Si es una pelotita, necesidad de aprecio, de afecto: ¡son muy habituales entre chicas adolescentes, verdaderas esponjas afectivas...!

¿Qué en una letra picuda, angulada?

Ira, alguien que puede pincharte, herirte. Si el palo de la p minúscula o de la q es muy largo e irrumpe en la línea de abajo, es alguien invasivo, que refrena mal sus impulsos. Si la letra luce un vuelo ampuloso, es alguien goloso o lujurioso.

Y escribir con letritas muy pequeñitas, ¿qué indica?

Alguien que prefiere pasar inadvertido, por inseguridades, por complejos...

¿Y con una letrota grandota?

Si es armónica, es alguien carismático, que irradia..., aunque algo superficial.

Si me enamoro o me deprimo, ¿eso se notará en mi letra?

Sí, como cualquier otro estado de ánimo.

Y si yo me aplicase a corregir mi letra, ¿corregiría así mis estados de ánimo?

Eso se llama grafoterapia: se usa muchísimo en Francia. Puede funcionar, en cierto modo: si la rúbrica de tu firma tacha tu nombre, yo te haré ver que eso denota que estás saboteándote, que no te permites brillar... y te esforzarás por corregirte, ¡y mejorarás! Una nueva actitud reporta cosas nuevas.

¿Qué letra le gusta más?

La rara, la infrecuente pero armónica.

¿Se refleja la edad en la letra?

No, porque si alguien es receptivo y evoluciona, su letra irá evolucionando a la par.

Y la opción sexual, ¿se ve en la letra?

No. Lo que sí aflora en tu letra es la plenitud con que vives tu sexualidad.


¡Es Goya!

Imparte clases de análisis caligráfico a los Mossos de Esquadra y en la universidad, la reclaman en juzgados para probar que un texto o una firma no estén falsificados, colabora con departamentos de selección de personal de empresas... Me soplan que es una gran grafopsicóloga. Despliega sobre su mesa resmas de cuartillas con variopintas muestras de escritura, en las que va señalándome trazos y detalles que le hablan a gritos. Me muestra también un óleo - Retrato del pintor Esquivel-sobre el que le han pedido una pericia: "¡Todo el cuadro está plagado de microfirmas de Goya! Y si las comparo con las que Goya trazó en el pubis de La maja desnuda, no tengo dudas: ¡el autor es Goya!".