Rock 101
Gracias a la plataforma tecnológica llamada You Tube he podido rememorar algunos buenos momentos de mi llegada a la Ciudad de México en 1993.
En efecto, en esa página están colgados algunos fragmentos de la música y de las viñetas que daban en la estación de radio Rock 101 (100.9 MHz, Núcleo Radio Mil, 1984-1996). Una de las primeras cosas que hice al desempacar en el norte de la ciudad fue buscar en mi radio esa frecuencia. El objetivo: descubrir la sede de la música de la película de tu vida.
Aunque vivía en el pueblo poblano sabía de la existencia de Rock 101 porque era asiduo lector de El Búho, el suplemento cultural de Excélsior de 1985 a 1999. Ahí escribía Jordi Soler, locutor de la estación, así como otros colaboradores que también daban de vez en vez un recuento puntual de los actos o celebraciones de la frecuencia.
De hecho, creo que antes ya había podido oír algo de su programación: durante unas vacaciones decembrinas en la ciudad escuché toda la promoción que daban por el lanzamiento del Achtung Baby! de U2. En fin. El punto es que aún tuve la suerte de seguir la estación hasta el final de su existencia, lo cual ocurrió en el verano de 1996.
Bueno, y decía que gracias a You Tube y a los que ahí dedican una parte de su tiempo a compartir cosas, desde el vídeo de sus sobrinos dando sus primeros pasos hasta el de sus novias usando artilugios sexuales, he podido escuchar esa mítica viñeta para las canciones que decía simple y llanamente... Roooock... Ciento Uno, puro, total y absoluto rock... De hecho, en la página del propio Jordi Soler (www.jordisolerescritor.com) también hay una sección en la que se pueden oír siete horas de música grabadas en 1994, algo que también nos transporta a esa época.
En esta parte del texto tengo que reconocer que, en mis mejores momentos etílicos, con un hígado sano y fuerte, con amigos dispuestos a desperdiciar el tiempo juntos y con medio ambiente menos denso, bueno, en resumen decía que cuando estaba beodo y escuchaba el inicio de una canción en cualquier tipo de reproductor, hacía la voz de esa entrada mítica de Rooooock... Ciento Uno. A veces salía bien, a veces no. Pero a mí me surgía espontáneo. Es más, hasta la fecha, cuando estoy como emocionado o algo así y escucho alguna canción que me mueve, me sale eso de decir ya sea para mis adentros o para la parroquia... Roooock --¡zambomba!-- Ciento Uno.
En fin. Buenos momentos.
Pero creo que su reavivamiento me coloca en la categoría inefable del "adulto contemporáneo" que ve hacia atrás para intentar descubrir que no todo está perdido.
PS. De los vídeos de Yo Tuve recomiendo uno que trata de la presentación de los locutores en el programa Buenos Días de Luis Carbajo en Imevisión. Ahí se pueden ver a varias medio vacas sagradas de la actualidad en su fase primigenia. Jordi Soler aparece con un peinado típicamente ochentero.
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