martes, febrero 08, 2005

Hola chicuelos

Hey colegas. Hola. Estoy de regreso. Ahora convertido en Señor, pero de vuelta.

Esta semana que pasó, luego del gran convite al que asistieron todos los que tenían que haber asistido, estuve instalado en algo que llaman Complejo Turístico del Pacífico Mexicano. No me puedo quejar. El hotel estuvo excelente, los servicios igual, incluyendo la comida, la vista, la alberca, el mar. Quizás el clima no fue tan generoso con la nueva familia como esperábamos: los días viernes y sábado estuvo completamente nublado, aunque eso no significó que la temperatura fuese igual a la que había a esas mismas horas en la Ciudad de México. También podría agregar que la aerolínea por la que viajamos (AeroCalifornia) no es el portento de medio para transportarse, pero en fin, todo estuvo a la altura de las circunstancias.

Bueno, pues ahí estaba yo instalado en mi nueva faceta de Jefe de Familia (al menos ya llegué a ser Jefe de algo, ¿no?) y, durante una escapada de mis deberes maritales, rozagante y con una amplia sonrisa en los labios, asistí ataviado a la usanza local (bermudas, huaraches y T-Shirt) a la Tobacco Shop del lugar a preguntar si tenían algún diario, no importando que fuese local, regional, de zona, escolar, nacional o internacional. Los señores que nos acompañan en estas fechas en el hotel, pensé, deben leer los diarios cotidianamente como una costumbre muy arraigada de su cultura democrática. Cabe agregar que tal gente era en su mayoría jubilados y retirados canadienses y uno que otro norteamericano cotorrón.

Sin embargo, cuál sería mi sorpresa de que en ese lugar, por cierto propiedad de la familia García Zalvidea, NO TIENEN POR HÁBITO vender cotidianos informativos a los huéspedes. La consigna o política de la empresa debe ser algo así como aquí vienen a divertirse y a olvidarse del mundo, así que, ¿para qué los atosigamos con las tragedias del planeta en versión tabloide? Entonces, toda la información que podía agenciarme en esos días llegó a través de la radio local (una estación de FM más preocupada por comentar sobre el problema de las aduanas y el incipiente carnaval tropical) y por la televisión por cable. Claro, no pienses que fui a ese viaje sólo con el fin de estar checando la síntesis informativa cada 15 minutos. No. Muy al contrario. El punto es que de repente me daban ganas de enterarme de los chismes que suceden en esta mi ciudad que es chinampa en un lago escondido y en mi país que escribe su nombre con la equis, pero nada más todos los esfuerzos fueron como imposibles.

Por lo tanto, creo que me perdí de joyas como el arraigo de ese tal Sr. Nahúm y, en general, del show pre-electoral en los estados de Guerrero, BCS y QR. Por lo que veo, el partido del Sol viene de regreso Con Todo. El PRI logró retener Cantina Roo, aunque no dejó de haber ese folklorismo latinoamericano a la hora de los comicios, tal y como lo reflejó el hecho de que no hubo servicio en las gasolinerías del estado cuando más se necesitaba tal combustible. Por supuesto, los decesos en Acapulco y todo el aquelarre de declaraciones, acusaciones y ambiente tenso en esos estados de raza brava por naturaleza.

La conclusión a la que llegamos mi esposa y yo fue que qué buena decisión fue no haber optado ni por Los Cabos, ni por Ixtapa ni por Cancún o Playa del Carmen para celebrar nuestra Luna de Miel. Fuimos a un estado chiquitito, tranquilo y con tradición priísta arraigada (imagínense un mega-boulevard que tiene por nombre "Miguel de la Madrid").

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Y bien, ahora estoy de regreso en esta oficina gris y fría. Remodelada, sí, pero gris y fría a más no poder. Además, ahora acompañado de otros seres burocráticos que sabíamos que eran nuestros compañeritos de organigrama, pero que habían vivido en otra parte del mundo organizacional. Las instalaciones serán muy modernas y funcionales, pero no deja de existir ese fenómeno que se llama hacinamiento.

Como había comentado hace unos posts, la cosa no viene nada bien. En unos días más deberán estar renunciando a sus puestos mis dos superiores jerárquicos inmediatos. Por supuesto, tal situación será un golpe durísimo para la Dirección en general y para los que nos quedamos en el barco que se hunde y se hunde y se hunde. Lo lógico es que debemos esperar a ver cómo se acomodan las cosas con el nuevo personal que, al menos en teoría, deberá cubrir las vacantes, ya que al parecer cualquier plaza que se desocupa en estos momentos es congelada automáticamente. Como es una tradición que esos lugares se cubran por externos, no nos hacemos mucho las ilusiones de ascender en la escala burocrática. Sin embargo, el punto aquí es más bien saber si continuaremos o no. Aunque, más bien el punto será conocer si el área continúa o no ante las bajas.

Pero bueno, basta de lloriqueos. Lo que tenga que pasar sucederá y ya veremos cómo afrontamos a esta nueva versión de The Future. Por lo pronto, estas banderas seguirán ondeando en lo más alto hasta el último instante.

¡Aguante!

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Por cierto, quiero agradecer los mensajes solidarios del tag-board que han dejado por el tema de la Operación 29-E 05. Aunque no tengo el placer de conocerlos, quiero decirles que sus líneas me han servido mucho para subir los ánimos en particular, y en general para saber que tenemos lectores allá afuera, en el mundo real.

De nuevo gracias y un saludo.

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Para finalizar, quiero también hacer extensiva la invitación a todos para escuchar de 10 a 12 horas el 660 de AM, puesto que ahí colabora una de las lectoras V.I.P. de este blog. La estación creo que no se llama "Canela" como le ha llamado mi colega el Burócrata Justiniano, sino "Candela 660". Es del Grupo IMER y, tal y como nos narra, La Alcachofa Asesina deberá compartir ahora la fotocopiadora lo mismo con la gente de Opus 94, Reactor 105 y La B Grande de México.

¡Suerte en esa nueva labor!

Ah, y mándanos un saludo a Los Burócratas del Ritmo, ¿no? De preferencia con la rola Fiesta Suavecito de Rigo Domínguez.