martes, febrero 15, 2005

Sebastián

Algo que había olvidado comentar es el tema Sebastián.

Resulta que he estado en algunas ciudades del país en las últimas fechas y, en todas, hay un fenómeno que se repite: alguna escultura del dizque artista chihuahuense llamado Sebastián adornando las calles principales, las plazas centrales o haciéndola de símbolo de unidad comunitaria.

En Puebla está algo que dicen que es un ángel. En Guadalajara encontramos los denominados "Arcos del Milenio". En la Ciudad de México el multi-famoso Caballito de Reforma 10. En Manzanillo hay un enorme "pez vela" (los lugareños le llaman el "camarón" o "el mosquito") en el centro mismo del pueblo. Para rematar, ayer he visto en el telediario que el tipo hará una nueva obra magna en Chetumal.

Ante esto, la pregunta es: ¿a quién se andará tirando el tal Sebastián para que le otorguen dichas concesiones municipales?

La duda surge ante la horrorosa estética que caracteriza a sus obras. Todas ellas son enormes, geométricas, simples, planas en color y, por añadidura, inacabadas. En los municipios mencionados siempre hay quejas de los pobladores sobre la utilidad del gasto y la belleza de las esculturas. En resumen, nadie ve cuál fue el objeto de darle a ese tipo la responsabilidad de adornar tal o cual sitio de las ciudades.

Como me diría un taxista en Guadalajara, no sé para qué tanto pinche gasto en esa madre...