jueves, febrero 10, 2005

Te vamos a extrañar

El Ejecutivo mexicano ha afirmado en España que lo "vamos a extrañar" después del 2006 (cfr. "Me van a extrañar después de 2006": Fox, en La Jornada, febrero 10, 2005, p. 11). Vaya declaración. Lo único cierto con esta frase temeraria es que esta administración tiene un extraño e inagotable don para espetar frases cotorronas a la menor provocación. Ya Andrés Bustamante ha hecho un recuento --parcial, claro, por esa misma capacidad proverbial-- de las mismas en un libro, el cual, por cierto, sabiamente incluyó algunas hojas en blanco para que cada lector fuese anotando las que se acumularan en el día a día normal. Sin duda, quienes adquirieron tal obra ya deben estar en déficit de espacio para ingresar las nuevas ocurrencias del ranchero que un día soñó con dirigir a su país (y que lo logró, por cierto).

Ahora Fox dice que los mexicanos lo echaremos de menos cuando deje el poder. Quizás. Como ya ha señalado el alcalde de la ciudad en su conferencia matutina, es posible que lo extrañen los cartonistas políticos. Algo como lo que ocurrió cuando Fidel Velázquez se fue a seguir dictando sus conferencias de prensa de los lunes en el más allá. Bueno, pero ahora es diferente. El actual presidente predice que en ese aciago día en que no lo veamos por aquí y por allá investido como la primera autoridad del país, todos nosotros estaremos al borde del paroxismo y la depresión. Buena puntada. No pierde esa bonita tradición de abrir la boca un poco más de lo normal cuando se viaja fuera del territorio nacional.

Y, pensándolo detenidamente, en efecto, sí lo extrañaremos. Es posible que el próximo presidente no tenga esa chispa y esa gracia natural para decir cosas inverosímiles y disparatadas como el guanajuatense. Es posible que el próximo Ejecutivo sí dedique un poco más de su tiempo en hacer su trabajo y no sólo en andar cotorreando por doquier. Desde ese punto de vista, los connacionales extrañaremos a Fox de la misma forma como se extrañó el programa de Madaleno en el Canal 4 o a Paco Stanley en ¡Ándale! luego de sus respectivas desapariciones.