lunes, enero 09, 2006

Relevos australianos

Hace unas horas se ha oficializado un nuevo relevo en el Ministerio. En este caso es interesante porque se ha tratado de nuestro gran gurú. En efecto, a partir de hoy tenemos nuevo Jefe Máximo.

Llama la atención el alto sentido de la escapatoria que los panistas instalados en el gobierno han mostrado en los últimos días. Hasta hace pocas semanas todo estaba incólume y abúlico. Los funcionarios salían en los medios y cada dos semanas cobraban sus honorarios en los cajeros automáticos sin que el planeta se inmutara por estas acciones. Sin embargo, de un muy reciente tiempo a esta parte, todos los que ya probaron las mieles del poder (y que les ha gustado, claro) y que no veían clara su situación laboral en la próxima administración, han decidido tomar la libre y buscar algún puesto de elección popular. Ahí tenemos, por ejemplo, a la Sra. Josefina que se ha ido a sumar a las hordas del Sr. Calderón, al Sr. González (el ex subsecretario empistolado) que ahora quiere gobernar Aguascalientes a punto de fusca y fuego, et al. Los panistas. Primero no querían ser gobierno y ahora ya no quieren irse.

El acto se llevó a cabo con todas las reglas de la formalidad. El auditorio, lleno. El estrado, cuidadosamente decorado con fondo azul y banderas tricolores. Los funcionarios, impecablemente vestidos. Los discursos, listos para improvisarse o leerse. Los asistentes, con las suficientes dosis de morbo, curiosidad y flojera de un lunes por la mañana del invierno cero seis. Además, claro, esta transición y presentación de los nuevos servidores públicos también tuvo sus lugares comunes: al fondo, los chicos de la prensa; corriendo de arriba para abajo de las escaleras, las fotógrafas oficiales; pavoneándose por doquier, las clásicas chicas que no se sabe bien a bien qué hacen, pero que suelen usar esta clase de acontecimientos para andar luciendo sus atributos --pienso-- con la esperanza de que algún alto funcionario fije su cachondélico ojo en ellas.

Ahora nuestro jefe será en ex alcalde. Vaya. No estoy en contra de los ejecutivos locales, al contrario, han sido mi objeto de estudio tanto de la tesis de licenciatura como de la de maestría que estoy concluyendo. Pero, ante esto mi pregunta es, ¿qué acaso el panismo no tiene otras figuras más relevantes para sustituir a las ya de por sí devaluadas autoridades designadas? Digo esto y pienso, por ejemplo, en la Sra. Ana Teresa Aranda. Otro follón que se ha armado al final de la administración. Resulta que la oriunda de Guanajuato --pero vecina de Puebla-- apenas tiene concluida la prepa o algo parecido. ¿Qué tal? Hasta mi vecino de banca en este Ministerio tiene maestría y, miren, la flamante ministra de Desarrollo Social apenas está en la víspera de ser candidata a licenciada. Nuestro próximo sensei tiene licenciatura en algo por alguna institucional regional. En fin. Ante esto sólo me queda la sensación de que a) o nuestro nuevo jefe es verdaderamente un genio de la política, o b) el panismo no tiene cuadros suficientes para cubrir los requerimientos de la Administración Pública Federal. Una cosa es ser un partido surtidor de presidentes municipales del Bajío y otra una fuerza política capaz de conducir un proyecto de nación.

Como dijo Miki: clase media mexicana, alimentando hoy a los mochaorejas del mañana...

Salve.