jueves, enero 10, 2008

Breves

Me parece que hay una sección en algún diario mexicano que se llama “Tanto por leer” y que trata el tema de los libros, los editores, los escritores y tal. La frase me parece de manufactura culturosa, pero estoy de acuerdo con su esencia: falta tiempo y energía para leer las escasas cosas interesantes disponibles. El martes entré a Gandhi y vi el nuevo de Fadanelli y el nuevo de Sheridan. Me decanté por el primero, pero pronto iré a por el segundo. La razón fue simple: hay más fans de Juárez que del Doctor, entonces hay más riesgo de que se agote la primera edición de Malacara que de Paralelos y meridianos.

Me gustaría que Obama ganara la candidatura demócrata y la presidencia de EUA. Aficionados como somos a la cuestión esotérica y metafísica, el hecho de que un negro llegara por primera vez a la silla del águila calva tendría tintes interesantes de catástrofe y caos venidero. Algo así como cuando llegue el supuesto primer Papa negro a El Vaticano. Al respecto, no faltarían algunos vibrosos oportunistas que afirmaran que esto ya estaba contemplado por los mayas o los aztecas en sus respectivas profecías talladas en piedra, como el asunto ese del 2012 y el fin del mundo o de una era del planeta. Además, me gustaría que el descendiente africano pusiera en segundo plano a la esposa de Clinton: sus lágrimas me recuerdan el daño que una mujer caprichosa puede hacerle a la humanidad.

Mi ejemplar de Letras Libres brilla por su ausencia. Punto a favor para la gente de René Avilés Fabila: el número de enero de 2008 de El Universo de El Búho llegó antes de que terminara 2007.