lunes, enero 14, 2008

Hoy hace 13 años

El 14 de enero de 1995, mientras este país se estaba cayendo a pedazos por los efectos del “error de diciembre” de 1994, los Rolling Stones dieron el primero de sus hasta la fecha siete conciertos que llevan en México (cuatro por la gira Voodoo Lounge en esa fecha, dos por Bridges to Babylon en febrero de 1998 y uno por A bigger bang el 26 de febrero de 2006… y hubieran sido más si los empresarios de este país no hubiesen mostrado su lado pusilánime para traerlos en 2002-2003 cuando salieron al mundo con Live Licks).

Aaaah, qué buen recuerdo el de ese sábado de enero. Una tarde soleada, el Autódromo a tope, la gente arribando por el metro con toda la indumentaria Stone, las estaciones de radio de la ciudad dando fe de la relevancia histórica del primer concierto en México, el escenario con la enorme cobra metálica, no, no, no. Pienso en esto y me estremezco. Me veo ahí y puedo escuchar las primeras notas de los inmortales…

A pesar de que fui solo al recital me la pasé increíble. Alguien me preguntó días después que qué tal había estado y yo le respondí que había sido lo mejor que había visto en mi vida hasta ese entonces. 13 años después lo reafirmo. Por cierto, en una cosa bastante curiosa, aunque como he dicho fui solo, terminé brincando y abrazado de un ex cuñado y un ex compañero de la primaria –ambos del pueblo—que había encontrado en la misma sección en la que yo estaba. ¿Qué tal?

Hace unos días leí un libro de Juan Villoro que se llama Los once de la tribu y en donde hace una reseña de ese concierto. En 1995 aún existía Rock 101 y el Autódromo no era el Foro Sol. La crisis apenas comenzaba y yo estaba a tres días de cumplir 19 años. El boleto lo compré desde octubre en el Mix-Up de Santa Fe, sitio en el que me pusieron un brazalete amarillo que traje por tres días como forma de apartar mi lugar el día de la venta.

En fin. Fue un gran momento y da para una larga, casi interminable crónica de detalles y momentos. Por el momento ha sido suficiente.