miércoles, febrero 20, 2008

La Contra

Ruthanna Hopper, actriz, hija de Denis Hopper, coautora de 'Celebutantes'

"Las 'celebrities' son nuestra realeza coronada por el Oscar"

LLUÍS AMIGUET

Tengo 32. Nací en Santa Fe (Nuevo México) durante un temporal de nieve. Me caso este verano... ¡Y quiero niños ya! No sé si religiosa, pero soy espiritual: amo la naturaleza. En Hollywood estamos por Obama: su magnetismo es la forma más elevada de inteligencia política.

En tiempos de Shakespeare las actrices éramos poco menos que meretrices con algo de memoria - la justa para saber el papel-; hoy somos princesas elegidas por la taquilla o herederas de sangre azul: si quiere, le cito las grandes dinastías de actores...

Usted misma lo es.

Los actores somos la realeza de América, su auténtica nobleza. De hecho, son las monarquías europeas las que nos imitan a los actores: nuestras estrategias de marketing, nuestros modos de mezclar corazón y escenarios. En tiempos de Shakespeare eran los actores los que interpretaban a los reyes: hoy es al revés.

El teatro del mundo aún es el mismo.

Bueno, además están los parvenus de este negocio, como Sarkozy y Bruni. Los actores somos una nobleza que encarna los valores supremos de la forma de vida americana: la belleza, la libertad, el dinero, el glamour... ¡Y la fama! ¡Sobre todo la fama!

¿Por qué la fama sobre todas las cosas?

Porque la fama es la virtud comodín: si eres famoso, se te perdona la pobreza, la fealdad y la falta de estilo... De repente, si eres famoso, todo el mundo te descubre virtudes, aunque no las tengas... Por algo eres famoso.

El hombre sabio no se preocupa por que los hombres le conozcan, sino por conocer a los hombres.

Pues en América no se comería un kiko. Supongo que, como somos tantos, cuatrocientos millones de americanos anónimos, lo más emocionante que nos puede suceder es que todos nos conozcan.

Esto es así desde hace muchos años.

Pero hoy el consumo y la oferta de fama se ha vuelto compulsiva, adictiva, on line, around the clock...,como los informativos.

¿Esa oferta crea adictos al famoseo?

Britney Spears es tan psicodependiente de esa cobertura de 24 horas sobre sus miserias diarias como su secta de fans, por eso ahora tiene una relación... ¡con un paparazzi! Existen muchos casos similares entre mis amigas de Hollywood: nunca tienen suficiente atención mediática y cuando les falta se deprimen muchísimo.

A otros les molesta esa atención.

Los famosos más lúcidos la vivían con distancia. Ponían límites: sus hijos, por ejemplo, no salían. Pero hoy, los informativos de televisión las 24 horas e internet cambian las reglas y hacen imposible esa inteligente separación entre lo público y lo privado: o te expones todo el día, todos los días o simplemente dejas de interesar. O todo o nada.

¿Y usted qué ha decidido?

Yo he estado en los dos mundos. Lo he vivido. Mi padre, Denis Hopper, y mi madre, Daria Halprin, la de Zabriskie Point...

Joven musa de Antonioni.

Papá y mamá se conocieron en el Festival de Cine de Belgrado. Eran tiempos muy locos. Se casaron, me tuvieron y se divorciaron. Yo vivía con mi madre en San Francisco y cuando iba a ver a mi padre a Hollywood era como viajar a Isla Fantasía.

¿Le gustaba?

¡Cómo no! Recuerdo la fiesta de Vanity Fair tras los Oscar. Sólo entraba la realeza de Hollywood y el ambiente era muy tranquilo y familiar. Todos nos conocíamos: era como la barbacoa anual de la empresa, sólo que todos allí tenían un Oscar, por lo menos.

Usted acabó, claro, siendo actriz.

Lo fui: no quiero que mi vida dependa del tamaño de ciertas partes de mi cuerpo. Ahora soy escritora, por eso estoy aquí.

¿No estaban de huelga en Hollywood?

El modo de producción industrial clásico de los estudios ha entrado en contradicción con las nuevas tecnologías: hoy cualquiera puede hacer su peli. Y en ese choque los obreros del talento lo perdían todo. Ha sido una huelga durísima. Muchos se han quedado sin sus casas, los restaurantes cerraban, hasta el tráfico descendió, pero ya es historia y ahora Hollywood sabrá adaptarse.

¿Por qué escribe un libro para ridiculizar lo ya ridículo de Hollywood?

Ha sido una reacción regionalista. Estaba harta de que los neoyorquinos, después de mirarnos con suficiencia durante años, sean los nuevos intrusos en nuestra industria del glamour: con El diablo viste de Prada o Sex&the city (Sexo en Nueva York).Así que nos dijimos... ¡California, despierta!

La Costa Este se metía en su terreno.

En Nueva York siempre nos han mirado a los californianos por encima del hombro: ellos son los cultos, los refinados, los sensibles e inteligentes y nosotros sólo estamos bronceándonos en la playa todo el día cuidando los músculos o las tetas de silicona.

Ustedes hacen Los vigilantes de la playa y ellos Los Soprano.

¡Ese cliché es muy injusto! Le advierto que si el gran cine tiene alguna posibilidad de sobrevivir, está en Hollywood: seguimos atrayendo el talento de todo el planeta.

Y todos los camareros son actores.

Es un cliché, pero también es verdad. No sólo los camareros: si preguntas, tu peluquero y el peluquero de tu perro son actores - nunca dejan de serlo-, y tu fontanero, y hasta el guardia del tráfico...

¡Hasta su gobernador, Arnold Schwarzenegger, es actor!

¡Y será un gran presidente, aunque algún día tengamos que reformar la Constitución para poder elegirlo! Esa es nuestra fuerza: en California concentramos la mayor cantidad de ilusiones por metro cuadrado de todo el universo.

 

'On line' o 'out' total

La fama es un amor de producción en cadena y, al igual que las drogas, al proporcionar placer a lo bestia, te vuelve insensible a la justa medida del goce; así, la fama vuelve irrelevante cualquier amor para los famosos. Los colgados que siguen las 24 horas de la vida de Britney Spears están tan enganchados a sus miserias on line como la propia Britney a exhibirlas. Lo cuentan -sus vídeos de promo en la red son tronchantes- Ruthanna Hopper y Amanda Goldberg (también realeza Hollywood) en la sátira Celebutantes. Ruthanna me explica cómo hoy la fama no admite medias distancias, pero, tras escucharla, me llevo la impresión de que no ha acabado de decidir si quiere estar in on line o out total.

1 Comments:

Blogger Tarzan said...

Si esa entrevista viniera de la hija de alguien como Al Pacino, Anthony Hopkins o Sean Connery, tendria mas fondo... pero que digamos que los hopper son una dinastia tampoco...

Aqui el riesgo de que una californiana con silicon en las tetas tenga acceso a medios masivos...

Yo me inclino mas por Los Sopranos, Sex´n the city y Friends que por baywatch...

febrero 20, 2008 6:37 p.m.  

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1 comentarios

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