jueves, agosto 28, 2008

Estranged

Mañana de agosto. Humedad en el ambiente. Tambores de guerra sonando a lo lejos.

Este día he despertado con un viejo disco sonando en el iPod: el Use your illusion I y II de Guns n' Roses. Un álbum que en mis años mozos --1991, 15, bachillerato, tetosterona, primera novia, colegas, pueblo poblano-- fue guía, faro y coordenada de mis acciones y mis preferencias. Sus canciones me echan para adelante en este momento. Me sorprende esa capacidad de la música de conducirte a situaciones y lugares con sorprendente fidelidad. Cierro los ojos y estoy jugando volibol en la cancha de la escuela, o bien, ahora estoy en el interior del Auditorio del municipio en una eufimísticamente llamada tardeada intentado bailar algo parecido a una canción romántica.

Algo similar me sucede con otros discos. Por ejemplo, el Achtung Baby de U2 me pone directamente en el invierno de 1991 en una habitación de la Ciudad de México: frío, contaminación, Rock 101 sonando en la radio, parón navideño, familia alrededor. La canción Hey you de Jimmy Hendrix me pone desempacando el 19 de septiembre de 1993 en la Ciudad de México previo a mi ingreso a la licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública. Es casi como el efecto que tienen ciertas fragancias que te recuerdan a detalle a alguien.

Por el momento es este disco de GN'R. Una buena banda que se perdió en el limbo del éxito. Unos más que dominaron el mundo para dejar que todo se escapara de sus manos en la cúspide. Casi me atrevería a usar la metáfora del español Sabina para describirlos: unos que juraban comerse la vida y que fue la vida y se los merendó... Pero al menos sí gobernaron el planeta musical durante algún tiempo.

Sigo escuchando el disco y pienso en varias cosas. Recuerdo a mis primeros colegas en el Ministerio, allá por el mes de noviembre de 1997 (¡hace más de 10 años!). ¿Qué harán ahora? Bueno, sé qué hace uno en especial, otro de manera vaga y de la tercera absolutamente nada. Los añoro porque valoro precisamente en este instante determinadas cualidades de las personas, entre otras, la inteligencia y la nobleza. Es difícil hallar esa extraña y afortunada combinación de sapiencia y distinción en la gente. Si tú conoces a alguien así, felicitaciones. Por lo regular es algo complicado.

En general uno anda por la vida casi siempre guerreando por aquí y por allá sin sentir que lo que hace es real o que vale la pena a 100 por ciento. Cuando estaba instalado en la camilla del hospital rumbo al quirófano me imaginaba todos esos momentos en los cuales habría jurado que el apocalipsis se había desatado de manera incontenible sobre mi existencia. ¿Y luego? Pues nada. Que vistos a la distancia sólo fueron conflictos no tan graves, tonterías, estupideces, ganas de joder y de joderse la existencia. Quizás por eso he adoptado en los últimos meses esa filosofía de que lo que realmente duele durante el trayecto en este mundo es la enfermedad y la muerte. Lo demás son cosas perfectamente superables, claro, algunas con más ahínco y tripas que otras, pero al final del día no tan trágicas como las dos señaladas.

Anoche pensaba que para estar dentro de la política se necesita un verdadero estómago de hierro. Una voluntad a toda prueba. Una locura prematura. Una vocación de suicida y cínico. El creerse el más chulo el barrio y el más inteligente de la comarca. Y bueno, algunos seguimos manteniendo las bilirrubinas altas.

Pero así es quizás en todos los campos de la existencia. Los tambores de guerra jamás se callan ni descansan. Siempre se trata de rendir culto a esa primera batalla épica que decidió quién sería el jefe de la tribu, del clan, de la asamblea, del parlamento, de la comunidad, de la sociedad, de la nación, del Estado moderno, del crimen organizado. La quijada de Caín como encarnación de todos nuestros impulsos primarios.

¿Qué queda? Seguir en esta carrera de locura hacia la muerte. Plantar cara a lo que venga. No claudicar y no traicionar los principios y los valores.

No tan fácil.

3 Comments:

Blogger mascapalabras said...

Muy Interesante leer la autobiografia procaz de Aviles Fabila, una mirada que atravieza las paredes de la podrida politica y luego el post que inicias mencionando a G&R, que por cierto estan por sacar nuevo disco. AC/DC saca su nuevo trabajo a la venta en Wallmart, el rock como ideologia tambien se corrompe. Queda aguantar y reirse un poco. Felicidades por tu blog, muy disfrutable.
Un abrazo

agosto 29, 2008 4:19 a.m.  
Blogger Tarzan said...

So nobody ever told us baby
How it was gonna be
So what'll happend to us baby
Guess we'll have to wait and see.

[...]

with all the changing seasons of my life
maybe I'll get it right next time
And now that you've been broken down
got you head out of the clouds
You're back down on the ground
And you don't talk so loud
and you don't walk so proud
any more... and what for?

De las mejores rolas de todos los tiempos y parte del soundtrack de mi existencia...

A mi me manda de retache a la secundaria, mientras veo las formidable tetas de Leticia balancearse de un lado a otro mientras juega volleybol en el patio de la escuela Guadalupe... tiempos y mas tiempos.

Que bueno que tenemos la musica para aplicarnos regresiones... al fin y al cabo una rola es tan grande como lo que produce en uno mismo!! Larga Vida a Slash (junto con los Gallagher!)... por que a Axel, ya se lo cargo la chingada... y no creo que pueda ofrecer mucho en su nuevo album...

Conforme a lo que dice mascapalabras, el nuevo single de AC/DC esta de huevos! Probablemente la 4ta o 5ta mejor rola de ellos de todos los tiempos!Lastima que sea WM quien lo vaya a distribuir, pero podemos esperar que bajarlo de iTunes! Capitalismo mata todo!

agosto 29, 2008 9:38 a.m.  
Blogger Los Burócratas del Ritmo said...

Gracias por sus comentarios, colegas.

Yo también ya quiero escuchar el último de AC/DC y el tantas veces mencionado Chinese Democracy de GN'R, no importa que lo lance la propia Tienda UNAM o el súpermercado del ISSSTE...

Abrazo,

M.

agosto 29, 2008 1:52 p.m.  

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3 comentarios

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