martes, agosto 19, 2008

Lecturas

Algo que no me gusta del inicio de clases es que debo dejar de leer cosas culturosas para irme a los textos de política.

En mi buró están varios libros esperando ser concluidos. Tengo uno de Villoro (me gustan sus crónicas, pero sus cuentos son muy regulares, por no decir que bastante malos), uno de Bolaño y otro de Fuentes. El más reciente de Soledad Loaeza no sé por qué se resiste a ser finalizado. También compré otro de un tipo que habla sobre municipios y que es hermano de una ex compañera mía en el Ministerio. Sin embargo, por el momento habrá que revisitar a los viejos y queridos Max Weber, Norberto Bobbio y a uno que otro clásico de Grecia y Roma por lo que resta del año.

En mi agenda llevo una lista de los libros que he leído durante este 2008. Apenas llevo siete y estamos en el octavo mes del año, lo cual indica una efectividad menor a uno por mes. Mal registro, sin duda.

Esto no significa que no lea. Más bien lo hago en cosas efímeras y cotidianas, por ejemplo, en el diario impreso y en los que aún están disponibles por internet. También leo blogs (lo cual creo que me ha hecho bastante mal, aunque ahora he limitado la lista de los que consulto cotidianamente a unos cuantos que realmente me interesan), Letras Libres y a veces Proceso. La Jornada sólo la consulto por sus epígrafes y por la columna de la referida Loaeza. También leo El País, La Vanguardia y el diario en línea del pueblo poblano, el cual está como bastante básico y premoderno, pero es el único que da los chismes casi de manera simultánea a como ocurren en aquellas latitudes.

Una cosa que he notado es que ahora con el coche leo menos. Antes, en el subterráneo y en el autobús podía entretenerme con alguna cosa rápida para leer. Ahora no. Una cosa por otra. En fin.

No me gusta tanto leer en la pantalla del ordenador, pero creo que es algo que poco a poco gana terreno a la manera convencional. Me aterra pensar en los efectos que la luz, la radiación o alguna otra cosa extraña de esa tecnología pueda tener sobre la capacidad visual. Mi papá perdió casi por completo la vista por culpa de la diabetes. Creo que es algo en lo que tengo fijación.

Así las cosas.