domingo, agosto 17, 2008

NaHCO3 + HCl → NaCl + CO2 + H2O

Los que me conocen y los que leen esta bitácora saben que hace aproximadamente 10 meses fui intervenido quirúrgicamente para que me realizaran una funduplicatura de Nissen que aliviara un problema de ERGE (reflujo gastroesofágico) que arrastraba desde hace un buen tiempo.

Este padecimiento se caracteriza por la incompetencia del hiato, lo que ocasiona que los ácidos gástricos que se producen en el estómago pasen sin control hacia el esófago y, en ocasiones, hasta las vías respiratorias. Lo anterior tiene severas consecuencias en la salud de los individuos porque puede devenir en un Esófago de Barret (condición pre-cancerígena de ese conducto), o bien, en un escenario catastrófico como puede ser una muerte por broncoaspiración de los jugos gástricos.

Sin embargo, la principal y más común molestia se centra en la acidez originada por el reflujo patológico, la cual lleva a un cambio drástico de hábitos como esperar de dos a tres horas para dormir después de cenar (y eso si se puede cenar), en hacerlo de manera no horizontal (hay gente que duerme sentada o que lo hace con muchas almohadas), en moderar la dieta y en aguantar la terrible sensación de ardor en las entrañas a cualquier hora del día y ante cualquier ingesta de alimentos y bebidas.

Bueno.

Toda esta pequeña introducción clínica se debe a que, hace unos días, nuestra esperanza de medalla olímpica en caminata de 20 kilómetros, Sr. Éder Sánchez, justificó su derrota en Pekín con el argumento de que un día antes comió algo que le cayó mal y pues que le dio agruras...

(Las agruras, no está por demás decirlo, son el equivalente mexicano de la acidez).

Muy bien.

En efecto, las agruras son molestas: te joden la existencia y, como bien apunta un promocional farmacéutico en la televisión, ocasiona que medio comas, medio duermas, medio vivas. Quizás aquí habría que anexar ahora que medio compites en Juegos Olímpicos.

Pero...

Ante esta situación mi primera pregunta es, ¿qué no se supone que un atleta olímpico debe cuidar su alimentación, principalmente un día antes de la competición para la cual te has preparado casi cuatro años, y por lo tanto no debe atiborrarse de picantes justo a unas horas de comenzar?

Y mi segunda y última pregunta es, ¿qué acaso nadie de la delegación mexica, tan acostumbrada a la ingesta indiscriminada de picantes, grasas e irritantes en su dieta cotidiana, sabía o sabe de la existencia de múltiples medicamentos para contrarrestar los efectos nocivos de la acidez, o dicho en lenguaje Ederiano, de las agruras?

Aquí, desde esta humilde trinchera burocrática, desde la Ciudad de México y desde el fondo de nuestra hernia hiatal aplacada con la técnica del Sr. Nissen, quiero hacer una breve --pero sustanciosa-- aportación a la historia del olimpismo mexicano al dar una lista de medicamentos que, dadas las circunstancias, nos ayudarán a conseguir bronce, plata o quizás hasta oro en próximos actos deportivos planetarios.
Todo sea por dejar de escuchar esas justificaciones estúpidas de nuestras derrotas vergonzosas.

Adelante.




Facidex.

Melox.

Melox Plus.

Leche de magnesia Normex.

Pepto Bismol.

Alka-Seltzer.

Sal de uvas Picot.

Ranitidina.

Durak.

Pantozol.

Prazolan.

Nexium-Mups de 20 mg.

Nexium-Mups de 40 mg.

Loseca 10.

Loseca 20.


(y otros que ya no alcancé a probar, pero que existen en el mercado...)