Ruby tuesday
Ya deberían terminarse de una vez los Juegos Olímpicos asiáticos. La verdad, no se ve por dónde México pueda salvar un poco ese supuesto honor que se está jugando al competir con sus homólogos planetarios en disciplinas deportivas.
Si no son los uniformes que se rompen o que no cumplen con las especificaciones, son los clásicos derrumbes casi casi en la antesala de la gloria, o bien, las típicas trastadas de que, uups, algo falló, quién sabe qué, pero algo al final del día impidió que nuestra o nuestro atleta pudiera llegar a colarse entre las medallas. El clásico, infaltable, puntual y mexicanísimo arte de justificar las derrotas y buscar responsables por todos lados (excepto en quien realmente tiene la culpa).
Tania Elías Calles, con todo y ese apellido histórico, semi propietario del PRI, falla en vela. Santos, boxeador que se había presentado como imbatible ante un rival de poca monta, falla en su último paso rumbo al bronce. Las arqueras, tan fuertes, tan discretas y tan efectivas, fallan en sus duelos decisivos a pesar de que lograron estar por encima de sus oponentes. El Sr. Éder, como ya hemos analizado en este mismo espacio, falla en caminata porque le dieron agruras. ¿Qué coños pasa?
Y digo esto porque de repente enciendo el televisor y veo que Venezuela --sí, Venezuela, la República Bolivariana dirigida por el expropiador Hugo Chávez-- está jugando volibol de sala alegremente contra las cubanas. Luego, Venezuela --sí, otra vez la Venezuela vinotinto-- compite contra Japón en una especie de beisbol en versión minimí. Y se supone que México es la novena economía del mundo y que pertenece a ese semi-club de los países ricos que es la OCDE.
Sin embargo, no todo está perdido: ahí están aún el muchacho ése que cruzaba el Lago de Pátzcuaro para llegar a su casa y que lo convirtió en un portento del canotaje, y la chica sobreexplotada comercialmente Paola Espinosa en clavados. Claro, también los del tae-kwon do que suelen dar buenas sorpresas.
Argentina ya aseguró plata en fútbol y puede lograr otra en baloncesto. Brasil le ha tomado el gusto a aparecer en el podio. Cuba, bueno ahí ya no hay sorpresa. Ahora Venezuela. ¿Qué pasa?
En fin.
Para finalizar, una imagen que es una belleza en sentido metafórico: un parlamento ardiendo.
El parlamento egipcio consumiéndose en llamas. Fuente: El País.
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