Fiestas Patrias' Bridge

Mi primera víspera de puente largo en esta oficina. La cosa va más o menos así: unos llegaron muy tarde y otros de plano ni vinieron. ¿Pa qué?, deben haberse preguntado no hoy por la mañana ni ayer en la noche, sino ya hace varios días cuando planeaban qué hacer y cómo gastarse el asueto patriótico de viernes a martes.

Sin duda, por estos lares aún se respira con fuerza eso que algunos han llamado el Estado de Bienestar (o Welfare State). Digo, eso está muy bien. Sólo que también es necesario hacer un replanteamiento crítico de vez en vez. En fin.

A mí nunca me han llamado la atención de sobremanera el asunto de El Grito, las Fiestas Patrias y tal. Digo, es sólo un pretexto más para el aquelarre y el vandalismo con ciertas dosis de tolerancia aderezada con el siempre útil recurso del patrioterismo ramplón. Quizás eso tenga que ver con mis recuerdos primarios del asunto: la plaza principal del pueblo poblano llena hasta el tope de gamberros que a la menor provocación hacían estallar cohetones a dos centímetros de tus oídos y, acto seguido, que te cubrían de harina, yema de huevo y espuma si no estabas lo suficientemente alerta.

El papá de un buen colega siempre nos planteó una idea que no era tan mala, pero que jamás se ha llevado a cabo en el pueblo: el asunto era que por ahí de la madrugada del 16 de septiembre, ya cuando la mexicaniza estuviera vomitando el alcohol y la salsa verde que se había metido las 12 horas previas sin parar, un grupo de jovenzuelos serranos saboteara los negocios de los extranjeros o descendientes de extranjeros avecindados en el pueblo mediante pintadas en sus fachadas o a través de algún otro recurso notorio. A día de hoy creo que no se ha realizado. El fanatismo nacionalista mexicano es alto, pero siempre está acotado por la corrupción y la desorganización.

En fin.

Volviendo al tema de la oficina, pues todo transcurre de manera parsimoniosa. Igual o peor que en otras ocasiones. Ya he terminado los pendientes del día. Ahora intento llevar la cosa a buen puerto.

Ya veremos qué se me ocurre...