El día del crío

Un día del crío atípico. Sin clases, sin festivales escolares, sin madres que lloran cuando ven a sus paridos vestidos de abejorros, sin payasos haciendo las delicias de chicos y grandes. Gracias A/H1N1.

Bueno, vayamos a otros temas rápidos.

Ayer cogieron a un narcotraficante pe-sa-do. Y como que nadie le ha dado la importancia correspondiente en los medios. El domingo que estaba en el pueblo poblano leí que también habían atrapado a otro por los rumbos de Poza Rica, Ver. Órale. Lo más curioso fue ver a ese grupo de maloras presentarse frente a los chicos de la prensa... con tapaboca. Éso se llama estar a la altura de las circunstancias, no como los señores Córdoba, Ebrard y amigos que los acompañan, quienes cuando nos vienen a decir cómo actuar ante la pandemia ellos mismos rompen lo establecido al no usar la mascarilla.

Los clubes mexicanos de fútbol San Luis y Guadalajara han avanzado a la siguiente fase de la Copa Libertadores. Sin embargo, la CONMEBOL, máximo órgano de ese deporte en Suramérica, está pensando seriamente echarlos de la competición bajo el argumento --o pretexto-- de que no hay condiciones sanitarias para jugar en México. Vaya, vaya, vaya. Qué jodida situación la de estos señores suramericanos. Es obvio que no quieren que los equipos mexicanos se enfrenten a los suyos (mucho menos que algún día, por remoto que sea, estén cerca de ganar el trofeo), pero la contribución monetaria de estos los obliga a hacerse de la vista gorda. Ahora sacan todo su rencor y sus prejuicios escudados en la alerta de salud pública mundial. Hombre, mejor que lo digan con todas sus letras: NO QUEREMOS QUE JUEGUEN CON NOSOTROS. Así nos evitaríamos tantas patadas bajo la mesa.

Termino esta anotación breve porque apenas voy a leer el diario de hoy.