viernes, julio 18, 2008

Falsos federalismos

Ayer leía en El Universal que los narcotraficantes mexicanos están tomando cursos en Irán, vía Venezuela, para mejorar su uso de armas y explosivos, de acuerdo con datos obtenidos de agencias norteamericanas. Cierto o no, el hecho es que en Sinaloa el clima de combate ha subido a temperaturas que ya resultan insoportables: balaceras en centros comerciales en horarios diurnos, toma de rehenes civiles como escudos humanos, ajuste de cuentas que incluye a menores de edad.

Lo anterior ha reavivado un fenómeno político de índole local: el que muestran las autoridades subnacionales para afrontar estos retos. Me explico.

Por un lado, cuando los alcaldes, los gobernadores y sus respectivos equipos son cuestionados sobre las acciones que emprenden para frenar la inseguridad en sus circunscripciones, estos suelen responder que el tema es de ámbito federal, por lo que le corresponde de manera exclusiva al presidente y a la Federación. En contraste, cuando se trata de defender ciertos privilegios feudales en sus mismos terrenos exigen respeto hacia la misma para no inmiscuirse en sus asuntos. Vaya cosa.

En la misma edición de ayer del diario citado, el alcalde de Guamúchil decía que aquí, en la Ciudad de México, la cuestión está peor que en su municipio. Es probable. Sin embargo, lo que llama la atención es este discurso falto de responsabilidad en el que, para algunas cuestiones sí se pide la ayuda de la Federación y, para otras, se le ve con desprecio y arrogancia.

Un caso aleccionador y cercano es el que ha mostrado el alcalde Marcelo Ebrard (PRD): primero no reconocía a Calderón y tal, pero después de pasada la desgracia del New's Divine ha tenido que rendirle cuentas y solicitar su venia.

Federalismo, cuántas infamias se cometen en tu nombre.