SeIs VeCeS CaMpEóN, GlOrIoSo PoR La EtErNiDaD
La bitácora del sector público y la vida privada. Septiembre 18, 2003-2009.
Hoy el aire huele a ti, a complicidad, a pasión y oscuridad.
Albert Fert, premio Nobel de Física 2007.
Ayer martes escribí esto que viene a continuación de un tirón luego de haber visto la foto de una ex compañera en la primera plana del Reforma virtual. Después me arrepentí y lo guardé. Ahora me he dicho qué más da y aquí lo tienen...
Es raro ir al Estadio Olímpico Universitario solo. A pesar de tener tres boletos disponibles --y gratuitos-- hoy tuve que asistir en compañía de mí mismo.
Desde la parte más alta del Estadio Olímpico Universitario, durante el medio tiempo.
Hay mucha agitación por esta oficina autónoma por un tipo de acto que habrá la próxima semana. Si de por sí mi cubículo es todo menos un remanso de tranquilidad y paz para laborar, en este momento es la mejor platea para admirar el desfile de funcionarios, trabajadores, villamelones, colados, líderes, generales y demás entes con plena vocación para mandar y no ser mandados. En fin. Creo que me voy acostumbrando a esta especie de caravana circense que es este empleo y su ubicación geográfica.
Desde siempre me ha gustado la música. En mi casa del pueblo aún hay varios testimonios de esta afición. Tengo una pila completa de acetatos que eran de mis padres. Debo admitir que ahí fue donde comencé a apreciar el sonido. En ese lugar permanecen, entre otros, un disco de Benny Goodman, otro de Orfeón A-Go Go, uno de éxitos de la década de 1960 y uno que es mítico en mi muy personal clasificación: el homenaje a Elvis que le montaran los Loud Jets y que fue mi primera aproximación al éxtasis. Todos ellos los disfruté en la Stromberg-Carson que sigue incólume en la sala.
La influenza lo hizo. El concierto de Andrés Calamaro en Puebla se ha pospuesto un mes: ya no será este domingo 24 de mayo, sino hasta el 24 de junio, miércoles.
Nada mejor que la música en vivo para salir de la depresión.
David Gardner, ex presidente de la Universidad de California; coautor de ´Nation at risk´.
El otro día venía rumbo a la oficina y una señora me chocó el coche. Fue a la salida del aparcamiento de una Facultad. La dama iba saliendo del lugar, claro, sin voltear, y se estrelló en mi costado derecho. Estábamos en el proceso de llamar a las aseguradoras cuando me di cuenta que se estaba fugando. De hecho, se fugó. No quiero decir nada en contra de las mujeres, pero este caso se queda ahí como un testimonio de impericia y deshonestidad brutal. Ahora mi coche estará fuera de combate tres semanas, en el mejor de los casos y creyendo ciegamente en el hombre de la agencia que me atendió. Ah, y yo deberé pagar el deducible. Peor, imposible...
James Watson, codescubridor de la estructura en doble hélice de la molécula de ADN.
Ha muerto Mario Benedetti, un señor que escribía poesía y cuentos y que era muy querido en toda Latinoamérica. A mí francamente nunca me gustó. Lo leí poco. Más bien, lo escuché algunas veces. La primera en un salón de clases de la entonces ENEP Acatlán durante una clase. El profesor nos leyó el cuento ése en donde dos feos van al cine y afrontan al mundo que se rige por los patrones occidentales de belleza. O algo así. Bonito. Nada más. Digamos que, más bien, cursi. Después, cómo evitarlo, lo escuché recitado por varios tíos universitarios que pensaron --y piensan-- que el poema Táctica y estrategia es la quintaescencia del amor comprometido y real. La aparición de éste en el filme El lado oscuro del corazón ha contribuido a su leyenda rosa. También conocí otro de sus escritos que decía algo como que en la calle, codo a codo, somos mucho más que dos, el cual algún listillo parodió durante la huelga de la Universidad como en la calle, codo a codo, somos muchos más que El Mosh (el alias de uno de los dirigentes ultras del movimiento).
Analizando las reacciones que Carlos Salinas de Gortari ha provocado en la clase política y en la sociedad mexicana, en donde su figura y su presencia se han metamorfoseado en una especie de Capo Mayo o Tlatoani Omnipresente de la Intriga y el Trato Sucio, un personaje se realza entre tanto timorato: Ernesto Zedillo Ponce de León.
León Krauze
Cabe aclarar que en nuestro país no he visto ningún caso en ninguna escuela y por lo tanto de ningún maestro. Así que mañana a festejar.
Algunas notas breves después de una jornada laboral intensa.
A veces parece que no pasan los años, volteamos y vemos que dejamos de ser los jóvenes que éramos:
Como saben, el proceso electoral parlamentario ha iniciado hace ya unos días. El 5 de julio saldremos a las urnas a renovar la Cámara de Diputados. Los partidos han echado a andar.
Primero, la mala.
Como me decía mi hermana (que es médico especialista en enfermedades respiratorias), esta epidemia es la única que conozco que empezó por decreto y termina por decreto.
Cuando arribo a la Universidad y veo a los chicos conversar o empujarse o cargar libros o reírse o andar en bicicleta o ensayar una obra de teatro o tomar café o correr o cachondearse sobre el césped o lo que sea me lo pienso: ¿y para qué tanto esfuerzo?, si al final del día lo que único que cuenta es caerle bien a la gente.
Un empresario catalán viaja a México en plena epidemia para conseguir contratos de parquímetros
Una oficina, como cualquier lugar en el que tienen que convivir los seres humanos, es un sitio propicio para la generación de amores y, sobre todo, rencores. En mi ya más o menos extensa vida burocrática (una década en el Ministerio y uno aquí en la autonomía) me ha tocado presenciar y hasta ser partícipe de algunos sinsabores y simulacros de tensión. Sin embargo, nada comparado a lo que sucedió hace pocos días en mi lugar de trabajo.
Bueno, dejaré de hacerme el puñetero quejica. Sólo me importará el aquí y el ahora. Estar aquí ahora. Be here now, como el título de aquel disco de Oasis de agosto 1997. Nihilismo puro, duro, total y absoluto. Como afirma Calamaro, interminablemente uno se vuelve decadente.
Mañana se normaliza --más o menos-- la vida en la Ciudad de México.
Dice la autoridad sanitaria de este país que el riesgo por el virus A H1N1 va en descenso. No sólo se ha estabilizado, sino que ahora vemos alguna especie de luz al final del túnel. Aunque es temprano para sacar conclusiones, aquí van algunas surgidas del hecho de tener que venir a trabajar aún cuando el presidente nos recomendó estar en casa por estos días.